Conecta con nosotros

Cultura

Con amenaza de desaparecer lengua Chontal Alta y Zapoteco del Istmo

Publicado hace

el


Juchitán de Zaragoza, Oaxaca. – En dramática situación se encuentra en este momento la lengua Chontal Alta de Oaxaca, ante el evidente desenlace de su desaparición, que se habrá de dar en muy poco tiempo, señaló Víctor Cata, etnolingüista juchiteco.

El investigador y etnolingüista Víctor Cata señaló que en estos momentos la lengua Chontal Alta de la sierra oaxaqueña, se encuentra a un paso de su desaparición, sin embargo, sostuvo que el Investigador Californiano Aarón Huey Sonnenschein, realiza proyectos comunitarios de documentación lingüística, en esta zona para tratar de rescatar la mayor información posible que se pueda documentar, en relación a esta lengua nativa.

Explicó que el proyecto que está realizando el Investigador, para documentar esta lengua es un arduo trabajo porque no tiene variantes este idioma, que se conoce en lingüística como lengua aislada o lengua huérfana, porque –dijo- “es un idioma que no tiene parientes lingüísticos”, que hace más difícil su rescate.

Cata –señalo- que la lengua Chontal Alta es un idioma único, debido que, hasta el día de hoy, no se le ha encontrado el parentesco con ninguna otra lengua, lo que la pone seriamente en un peligro de desplazamiento acelerado a perderse, que son pocos ya los ancianos que hablan este idioma, los adultos –dijo-, “no lo dominan a la perfección, pues no la tuvieron como lengua materna, lo que los convierte en hablantes pasivos, esto es, que, pueden entender toda una conversación, y a lo mucho emitir frases, pero que, en el habla, no son muy productivos”.

Víctor Cata –agregó- “en el caso de las nuevas generaciones de esta comunidad, podría decirse que ya no encajan siquiera como hablantes pasivos, porque definitivamente estos, ya no entienden nada, lo que condena a este idioma a la muerte, en muy poco tiempo”.
Zapoteco Extincion

Lo que urgentemente queda por hacer aquí –dijo- “es una documentación lingüística, registrar toda la terminología y léxicos que aun exista, que se conozca, y que la gente vaya aportando de este idioma, pero para que pueda volver a resurgir, se requiere de mucha intervención, tanto del gobierno como de la sociedad, así mismo –dijo-, requiere revertir muchos procesos, combatir muchos prejuicios, empoderar a la lengua, trabajar con los padres, y hacerles ver que es necesario mantener viva el idioma de sus antepasados.

Anuncio

Víctor Cata –dijo- que en el caso de el zapoteco, este, lleva el mismo camino a desaparecer, porque de acuerdo a el censo realizado en el 2010, indico que los hablantes niños, son cada vez menos, además –agregó- “en base a este censo, se hizo una comparación en donde reflejaba que por cada anciano zapoteca que muere nacen niños que ya solo hablan español, mientras que, por ejemplo con los tzotziles, por cada anciano que muere, nacen dos niños que hablaran tzotzil, y remplazaran a estos ancianos muertos”.

“En el caso de Juchitán, podrían existir alrededor de 50 mil hablantes adultos todavía, mientras que por el lado de los hablantes tzotziles son como 20 mil, son más los hablantes en Juchitán, la diferencia es que ellos tienen más posibilidades de vivir como 100 años más, pensando que estos niños que están naciendo sean longevos”.

Cata –señaló- que en Juchitán es cada vez más visible la ruptura intergeneracional, esto, debido a que en los hogares hay una fuerte presencia de personas que ya no hablan el idioma, -añadiendo- “he notado que en los hogares juchitecos por lo menos hay una persona que aun habla el zapoteco, pero que al ser mayoría los que ya no lo hacen, surge una ruptura irreparable, por ejemplo al abuelo que su lengua materna fue el zapoteco, ya no puede convivir con el nieto que su lengua materna es el español, por lo tanto esto los convierte en extraños entre sí, no platican, solo se miran, y esto es, por existir el obstáculo del idioma”.

Víctor Cata –señalo- que una de las comunidades que aún tiene una gran presencia de hablantes es Monte Grande, pues en el caso de Santa María Xadani, que se pensaba era una zona con un gran potencial de hablantes, también se ha notado fuertemente que va en retroceso.

El etnolingüista remarco que una de las razones principales de que esto esté sucediendo, es debido a los programas sistemáticos permanentes y constantes que el gobierno ha implementado desde las instancias oficiales, especialmente desde el sistema educativo, que es, donde prohibieron contundentemente el uso de las lenguas indígenas, -agregando- “nosotros los que aun hablamos el zapoteco fuimos hostigados en nuestras escuelas, fue por eso que la mayoría aprendimos el idioma, detrás de la puerta, a escondidas y perseguidos”.

Anuncio

Víctor Cata –señaló- que hay personas que no comprenden que el zapoteco y el español son dos lenguas diferentes, por lo que dijo, que hay que seguir trabajando duro para que el idioma no muera, se necesita una educación integral con respeto a las lenguas indígenas, “es un proceso largo donde debemos de intervenir todos, los medios de comunicación, los padres, los investigadores, la misma sociedad”, concluyó.

Click para comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Cultura

Juana Hernández López: La Voz de la Mixteca que resuena en la Guelaguetza 2024

Publicado hace

el

Una vida de lucha y dedicación que une fronteras y preserva la riqueza cultural de su comunidad

Oaxaca de Juárez, Oaxaca.- (Cortamortaja) 22 de Junio de 2024.- En el corazón de la Guelaguetza, la festividad más emblemática de Oaxaca, ha emergido una figura que encarna la resistencia, el amor por la cultura y la dedicación incansable a su comunidad. Juana Hernández López, originaria de Santiago Juxtlahuaca, ha sido coronada como la Diosa Centéotl 2024, una distinción que celebra no solo su belleza y carisma, sino también su extraordinaria trayectoria y compromiso social. Hoy, en un momento aún más significativo, Juana celebra su 65 cumpleaños, un detalle que añade más emoción y significado a su historia de vida.

Juana no es solo una docente de español e historia; es una narradora de la realidad y una guerrera por la justicia educativa. Su camino ha estado marcado por la adversidad y la migración, habiendo tenido que dejar su amado Juxtlahuaca para buscar oportunidades en Estados Unidos. Esta experiencia no la quebrantó, sino que la fortaleció, convirtiéndola en una voz poderosa para la comunidad migrante mixteca.

En Fresno, California, Juana tomó las riendas de Radio Bilingüe, entendiendo que cuando los migrantes cruzan las fronteras, llevan consigo más que pertenencias; llevan su lengua, su cultura y su identidad. Desde los micrófonos de la radio, Juana se convirtió en un faro para aquellos que añoraban su tierra, ofreciendo no solo información y compañía, sino un puente que conectaba corazones divididos por la distancia.

El regreso de Juana a Juxtlahuaca no fue un retorno a la comodidad, sino una extensión de su misión. Desde 2019, ha dirigido un programa en XETLA, La Voz de la Mixteca, donde comparte su lengua materna, las tradiciones ancestrales y las historias de la comunidad migrante. A través de las ondas radiales, sigue tejiendo la trama de su cultura, manteniéndola viva y vibrante.

Juana Hernández López no solo representa a las mujeres de su comunidad; representa a todas aquellas personas que han tenido que abandonar su hogar en busca de un futuro mejor. Su historia es un testimonio de resiliencia y pasión, un recordatorio de que la cultura es un tesoro que nos sigue, nos define y nos une, sin importar cuán lejos estemos de nuestro lugar de origen.

Hoy, como Diosa Centéotl y celebrando sus 65 años, Juana ilumina la Guelaguetza con su presencia y su historia, una luz de esperanza y fortaleza para todos aquellos que, como ella, creen en el poder transformador de la educación y la cultura.

Anuncio

Continuar leyendo

Cultura

Cuentos y dichos del niño y el adulto zapoteca espinaleño

Publicado hace

el

Profesor Luis Castillejos Fuentes / Libro El Espinal: génesis, historia y tradición / Foto: Internet

El terror a la muerte es la base del animismo primitivo de los zapotecas y los niños de antaño, mezcla resultante en alguna forma de este grupo étnico, traen consigo esta mentalidad que tiende a manifestarse en su vida cotidiana. La oscuridad de la noche era propicia para que, sentados sobre un pequeño montículo de arena fresca de río, la chamacada contara historias  sobre fantasmas: “Guenda ruchibi”. Unas veces las oían en voz de los “viejos”, otras de  algún niño que con buena memoria se las transmitía. Se hablaba del bidxaa, espíritu de alguien que se creencia le atribuye madad, que se hace presente o no, deambula en lo oscuro provocando ruidos y gritos extraños imitando la expresión gutural de algún animal. El “sombrerote,” personaje vestido elegantemente y “con mucha plata” para ofrecerla al incauto que cae en su seducción y dominio, convertirlo en su vasallo y llevarlo a vivir lejos, en la cumbre de una montaña o en alguna cueva para en un momento dado hacer el “mal” a otros, pues supónese que tiene pacto con el diablo, binidxaba. Se Cuenta también la historia de “la llorona”, mujer vestida de una blanca y sudada manta que gime desgarradoramente, ya que de esta forma expresa que su alma en pena vaga hasta que algo pendiente que ella dejó en el mundo de los vivos se vea realizado. Todos, “entes” imaginarios, pero eso sí con la creencia de ser portadores del mal y en la charla se da como si lo que se expone fuera una realidad, que aunque provoque miedo,  se torna, interesante para la mente infantil.

En el ambiente de pueblo, todo mundo se conoce, se respeta y se saluda. Y no falta alguien peculiar en su modo de ser, que lo hace distinto del otro, ya sea por poseer  congénito o adquirido algún vicio, cualidad, virtud, etc., sea por defecto físico o por algún hábito fuera de lo común que despierta curiosidad, gracia, burla, admiración y risa en niños y adultos. Este tipo de personaje se hace “relevante”, queda su dicho y su hecho para el comentario grato: Tá Llanque Castillejos “Chiquito”, empedernido tomador de mezcal, su saludo es un grito desgarrado y su gracia colocar un cigarrillo de hojas sobre sus pobladísimas cejas y exhibirse, “zou náa la o zahua lii” ese era su dicho habitual,  José “Huipa” ex-soldado de leva en la revolución, donde alcanzó el grado de cabo, traumado por lo que sufrió en sus andanzas y de mal comer en la brega, después de ingerir “anisado” marchaba solo por las calles haciendo ademanes con saludo militar. Genaro Clímaco, Naro Lele por sus largas extremidades inferiores, semejando al alcaraván, con unas copas que impactaban su cerebro le daba por filosofar: “si tu mal no tiene remedio, porqué sufres y si tu mal tiene remedio también porqué sufres” solía decir con cierta visión premonitoria hacia lo que en la vida es bueno o es malo. Ta Rafé Lluvi, músico por afición y por su adicción al “trago” ya no lo contrataban, de un instinto vivaz, con un papel u hoja verde de lambimbo sobre un peine, de su ronco pecho entonaba melodías para que algún parroquiano le obsequiara una copa y después a su “banquete” que era residuo de tortilla y sobras de comida que con los cerdos compartía en una canoa de madera. Y Tá Rafé aguantó más de un siglo a pesar de esa “vida”. Erasmo Toledo perspicaz y agudo charlador, su plática amena y entretenida despertaba interés y sus frases quedan: Naa Tá Llamo. Xi tal xa llac, le dice un amigo a otro, zaquezi naa marínu. ¿Cómo estás? es la pregunta y la respuesta, es “como siempre”, aunque hayan pasado varios años, hasta los 81, que ya pesaban sobre el cuerpo de Beto Marinu y que por lo mismo no podía conservarse igual, y tiempo después fue hallado muerto en un basurero.

 En las fiestas patrias, la noche del grito y el desfile obligado del l6 de septiembre, con la tabla calisténica organizada por el profesor Bruno Escobar Fuentes, acto muy concurrido porque era de regocijo para la gente del pueblo. Era especie de fiesta popular. Al terminar  el acto literario y el presidente municipal en turno de dar “el grito”, la concurrencia abandonaba el escenario. Quedaban algunos, ya “encopetados”, que a la voz de tribuna libre arengaban a la multitud: Ta Queño Cueto ngüí, Pedro Ché Vale, José “Huipa” y otros, lo hacían habitualmente, sus dichos incoherentes y burlones sobre algún hecho que la autoridad hacía mal, provocaba risas entre los espectadores para luego abandonar el lugar hasta el amanecer.      

Allá por los años cuarenta, antes de abrirse la carretera internacional, mercaderes oaxaqueños, “vallistos”, pasaban por Espinal, estancia de descanso después de un largo peregrinar. Cargaban sobre sus espaldas gruesas y pesadas pacas de pescado seco de san Mateo del Mar para llevar a Oaxaca. Tenían que cruzar en el trayecto la sierra de Guevea y Escuintepec y bajar a Mitla. En algún corredor de casa grande, estancia descansaban y los niños por curiosidad se asomaban y los rodeaban para hacerles picardía, robar algo de su mercancía mientras dormían y reírse de su indumentaria y de su menudo pero macizo cuerpo, al mismo tiempo, admirar su resistencia.

Anuncio

El apodo para diferenciar al común ciudadano o simplemente para distinguirlo de otro, es de uso común  en los pueblos zapotecas, Al sustantivo se le acompaña con un adjetivo para la fácil identificación: así se dice de Luis “nanchi”, Luis “niño”, Luis “valor”, Luis “guitu”, de José; ché “cuachi”, ché “benda”, ché “bachana”, ché “tita”, ché “huabi”, ché “mistu”, de Antonio; Toño “morral”, Toño “músico”, Toño “neta”, Toño “llúu”, etc.

Continuar leyendo

Tendencia