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Cultura

1917 – 2017, 100 Años de la Constitución Mexicana

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Hoy domingo se cumplen oficialmente 100 años de que se promulgó la última Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, un documento que marcó un antes y un después en la vida institucional y social del país.
Sin embargo, cada página de la Constitución Mexicana tiene un pasado y un motivo, algunas veces antecedido por luchas y batallas entre diversos grupos de la política o la sociedad, cada modificación generó algún cambio o alguna modificación en base a las demandas de cada momento histórico.


Para hablar del marco legal en nuestro país, hay que remontarse hasta los primeros días del México independiente.
Fue en el año de 1822 cuando Agustín de Iturbide consumó de manera pacífica la Independencia a través de los llamados Tratados de Córdova, en los que el último Virrey español reconocía al territorio mexicano como libre del imperio de España.
A raíz de este hecho, los líderes de aquel primitivo país acordaron, junto con Iturbide, la creación de un Acta Constitutiva para regir la vida social y legal de los habitantes de todas las entidades y provincias, fue así que ante una Junta Constituyente (a manera de congreso), se presentó el proyecto de aquella carta magna a redactarse para los próximos meses.
No obstante, los problemas de organización política, conspiraciones y otros problemas condujeron a diferencias con el entonces emperador Agustín I de México, posteriormente se dejó a cargo de un nuevo Congreso Constituyente a Pedro Negrete, Nicolás Bravo y Guadalupe Victoria, todos habían participado de alguna forma en el proceso de independencia.
Los trabajos para darle forma al Acta Constitutiva avanzaban en medio de conflictos internos, pero hacia finales de 1823 ya se contaba con diversos puntos plasmados en el proyecto que permitieron gestionar algunos factores clave como la formación de estados en todo el territorio nacional y su posterior papel en la naciente nación.
Eventualmente Iturbide renunció y fue desterrado del país, pero la Constitución Mexicana siguió su curso y finalmente vio la luz el 4 de octubre de 1824, la misma contenía esencialmente una base para el funcionamiento del país, que se definió oficialmente como una «República Representativa y Federal», que se iba a componer de unos 19 estados libres y regida bajo tres poderes: el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial.
Desde entonces la Carta Magna ha sufrido diversos cambios de acuerdo a los movimientos políticos y las luchas por el poder, hacia 1847 se encontraba a cargo del ejecutivo nacional el General Antonio López de Santa Anna, bajo su mandato se publicó una modificación importante en la que se reconocía al estado de Guerrero como nueva entidad y se detallaba el funcionamiento del Senado, los requisitos para incursionar en cargos populares y otros aspectos de la vida política, aquella modificación llevó por nombre «Acta Constitutiva y de Reformas de 1847».
Sin embargo, una nueva lucha por el poder estalló a cargo de un viejo militar: Juan Álvarez.
El insurgente desconoció a López de Santa Anna y lanzó el llamado Plan de Ayutla, movimiento que terminó por encumbrar a los liberales al poder y sentar las bases de nuevas modificaciones a las leyes y sus bases orgánicas.
Álvarez tomó la presidencia de la república y le sucedió Ignacio Comonfort, quien eliminó de inmediato la obligatoriedad en el pago del diezmo a la Iglesia Católica y realizó gestiones para llevar al Congreso la «Ley Lerdo», que proponía la desamortización de fincas a las organizaciones religiosas, otro golpe para el clero y su poder económico.
En medio de las diferencias y pugnas entre liberales y conservadores se aprobó la nueva Constitución un 5 de febrero de 1857.
Posteriormente estallaría la Guerra de Reforma que terminó a favor de los liberales con Juárez en la Presidencia de la República, las modificaciones legales habrían llegado para quedarse en la vida nacional.

DE LA REVOLUCIÓN A LA ACTUALIDAD
Mucho tiempo después, en medio del período de la Revolución Mexicana y luego de la renuncia de Porfirio Díaz y el asesinato de Madero, los líderes insurgentes se reunieron en Querétaro para discutir nuevas modificaciones en la vida legal del país, se gestaría una nueva edición de la Constitución Mexicana con modificaciones sustanciales en favor de los derechos sociales, laborales y hasta de la vida familiar.
Después de varios días de sesiones nació nuestra Carta Magna Actual por parte de Venustiano Carranza, la Constitución del 5 de febrero de 1917.
Las últimas modificaciones importantes a las ley se realizaron precisamente durante el actual sexenio presidencial de Enrique Peña, se legislaron y aprobaron ocho proyectos que se habían señalado como necesarios de analizar desde hace años: Una reforma energética, otra en telecomunicaciones, laboral, educativa, en competencia económica, financiera, hacendaria y una en procedimientos penales.
Además se contemplaron tres modificaciones sustanciales en la Ley de Amparo, en la Transparencia y en los procedimientos políticos y electorales.

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Cultura

Juana Hernández López: La Voz de la Mixteca que resuena en la Guelaguetza 2024

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Una vida de lucha y dedicación que une fronteras y preserva la riqueza cultural de su comunidad

Oaxaca de Juárez, Oaxaca.- (Cortamortaja) 22 de Junio de 2024.- En el corazón de la Guelaguetza, la festividad más emblemática de Oaxaca, ha emergido una figura que encarna la resistencia, el amor por la cultura y la dedicación incansable a su comunidad. Juana Hernández López, originaria de Santiago Juxtlahuaca, ha sido coronada como la Diosa Centéotl 2024, una distinción que celebra no solo su belleza y carisma, sino también su extraordinaria trayectoria y compromiso social. Hoy, en un momento aún más significativo, Juana celebra su 65 cumpleaños, un detalle que añade más emoción y significado a su historia de vida.

Juana no es solo una docente de español e historia; es una narradora de la realidad y una guerrera por la justicia educativa. Su camino ha estado marcado por la adversidad y la migración, habiendo tenido que dejar su amado Juxtlahuaca para buscar oportunidades en Estados Unidos. Esta experiencia no la quebrantó, sino que la fortaleció, convirtiéndola en una voz poderosa para la comunidad migrante mixteca.

En Fresno, California, Juana tomó las riendas de Radio Bilingüe, entendiendo que cuando los migrantes cruzan las fronteras, llevan consigo más que pertenencias; llevan su lengua, su cultura y su identidad. Desde los micrófonos de la radio, Juana se convirtió en un faro para aquellos que añoraban su tierra, ofreciendo no solo información y compañía, sino un puente que conectaba corazones divididos por la distancia.

El regreso de Juana a Juxtlahuaca no fue un retorno a la comodidad, sino una extensión de su misión. Desde 2019, ha dirigido un programa en XETLA, La Voz de la Mixteca, donde comparte su lengua materna, las tradiciones ancestrales y las historias de la comunidad migrante. A través de las ondas radiales, sigue tejiendo la trama de su cultura, manteniéndola viva y vibrante.

Juana Hernández López no solo representa a las mujeres de su comunidad; representa a todas aquellas personas que han tenido que abandonar su hogar en busca de un futuro mejor. Su historia es un testimonio de resiliencia y pasión, un recordatorio de que la cultura es un tesoro que nos sigue, nos define y nos une, sin importar cuán lejos estemos de nuestro lugar de origen.

Hoy, como Diosa Centéotl y celebrando sus 65 años, Juana ilumina la Guelaguetza con su presencia y su historia, una luz de esperanza y fortaleza para todos aquellos que, como ella, creen en el poder transformador de la educación y la cultura.

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Cultura

Cuentos y dichos del niño y el adulto zapoteca espinaleño

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Profesor Luis Castillejos Fuentes / Libro El Espinal: génesis, historia y tradición / Foto: Internet

El terror a la muerte es la base del animismo primitivo de los zapotecas y los niños de antaño, mezcla resultante en alguna forma de este grupo étnico, traen consigo esta mentalidad que tiende a manifestarse en su vida cotidiana. La oscuridad de la noche era propicia para que, sentados sobre un pequeño montículo de arena fresca de río, la chamacada contara historias  sobre fantasmas: “Guenda ruchibi”. Unas veces las oían en voz de los “viejos”, otras de  algún niño que con buena memoria se las transmitía. Se hablaba del bidxaa, espíritu de alguien que se creencia le atribuye madad, que se hace presente o no, deambula en lo oscuro provocando ruidos y gritos extraños imitando la expresión gutural de algún animal. El “sombrerote,” personaje vestido elegantemente y “con mucha plata” para ofrecerla al incauto que cae en su seducción y dominio, convertirlo en su vasallo y llevarlo a vivir lejos, en la cumbre de una montaña o en alguna cueva para en un momento dado hacer el “mal” a otros, pues supónese que tiene pacto con el diablo, binidxaba. Se Cuenta también la historia de “la llorona”, mujer vestida de una blanca y sudada manta que gime desgarradoramente, ya que de esta forma expresa que su alma en pena vaga hasta que algo pendiente que ella dejó en el mundo de los vivos se vea realizado. Todos, “entes” imaginarios, pero eso sí con la creencia de ser portadores del mal y en la charla se da como si lo que se expone fuera una realidad, que aunque provoque miedo,  se torna, interesante para la mente infantil.

En el ambiente de pueblo, todo mundo se conoce, se respeta y se saluda. Y no falta alguien peculiar en su modo de ser, que lo hace distinto del otro, ya sea por poseer  congénito o adquirido algún vicio, cualidad, virtud, etc., sea por defecto físico o por algún hábito fuera de lo común que despierta curiosidad, gracia, burla, admiración y risa en niños y adultos. Este tipo de personaje se hace “relevante”, queda su dicho y su hecho para el comentario grato: Tá Llanque Castillejos “Chiquito”, empedernido tomador de mezcal, su saludo es un grito desgarrado y su gracia colocar un cigarrillo de hojas sobre sus pobladísimas cejas y exhibirse, “zou náa la o zahua lii” ese era su dicho habitual,  José “Huipa” ex-soldado de leva en la revolución, donde alcanzó el grado de cabo, traumado por lo que sufrió en sus andanzas y de mal comer en la brega, después de ingerir “anisado” marchaba solo por las calles haciendo ademanes con saludo militar. Genaro Clímaco, Naro Lele por sus largas extremidades inferiores, semejando al alcaraván, con unas copas que impactaban su cerebro le daba por filosofar: “si tu mal no tiene remedio, porqué sufres y si tu mal tiene remedio también porqué sufres” solía decir con cierta visión premonitoria hacia lo que en la vida es bueno o es malo. Ta Rafé Lluvi, músico por afición y por su adicción al “trago” ya no lo contrataban, de un instinto vivaz, con un papel u hoja verde de lambimbo sobre un peine, de su ronco pecho entonaba melodías para que algún parroquiano le obsequiara una copa y después a su “banquete” que era residuo de tortilla y sobras de comida que con los cerdos compartía en una canoa de madera. Y Tá Rafé aguantó más de un siglo a pesar de esa “vida”. Erasmo Toledo perspicaz y agudo charlador, su plática amena y entretenida despertaba interés y sus frases quedan: Naa Tá Llamo. Xi tal xa llac, le dice un amigo a otro, zaquezi naa marínu. ¿Cómo estás? es la pregunta y la respuesta, es “como siempre”, aunque hayan pasado varios años, hasta los 81, que ya pesaban sobre el cuerpo de Beto Marinu y que por lo mismo no podía conservarse igual, y tiempo después fue hallado muerto en un basurero.

 En las fiestas patrias, la noche del grito y el desfile obligado del l6 de septiembre, con la tabla calisténica organizada por el profesor Bruno Escobar Fuentes, acto muy concurrido porque era de regocijo para la gente del pueblo. Era especie de fiesta popular. Al terminar  el acto literario y el presidente municipal en turno de dar “el grito”, la concurrencia abandonaba el escenario. Quedaban algunos, ya “encopetados”, que a la voz de tribuna libre arengaban a la multitud: Ta Queño Cueto ngüí, Pedro Ché Vale, José “Huipa” y otros, lo hacían habitualmente, sus dichos incoherentes y burlones sobre algún hecho que la autoridad hacía mal, provocaba risas entre los espectadores para luego abandonar el lugar hasta el amanecer.      

Allá por los años cuarenta, antes de abrirse la carretera internacional, mercaderes oaxaqueños, “vallistos”, pasaban por Espinal, estancia de descanso después de un largo peregrinar. Cargaban sobre sus espaldas gruesas y pesadas pacas de pescado seco de san Mateo del Mar para llevar a Oaxaca. Tenían que cruzar en el trayecto la sierra de Guevea y Escuintepec y bajar a Mitla. En algún corredor de casa grande, estancia descansaban y los niños por curiosidad se asomaban y los rodeaban para hacerles picardía, robar algo de su mercancía mientras dormían y reírse de su indumentaria y de su menudo pero macizo cuerpo, al mismo tiempo, admirar su resistencia.

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El apodo para diferenciar al común ciudadano o simplemente para distinguirlo de otro, es de uso común  en los pueblos zapotecas, Al sustantivo se le acompaña con un adjetivo para la fácil identificación: así se dice de Luis “nanchi”, Luis “niño”, Luis “valor”, Luis “guitu”, de José; ché “cuachi”, ché “benda”, ché “bachana”, ché “tita”, ché “huabi”, ché “mistu”, de Antonio; Toño “morral”, Toño “músico”, Toño “neta”, Toño “llúu”, etc.

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