Conecta con nosotros

Cultura

5 de Septiembre de 1866, relación histórica de un veterano Francisco León. (4)

Publicado hace

el

El día 4 de septiembre de 1866. Las fuerzas invasoras e imperialistas al mando del General don Luciano Prieto con un efectivo de más de 2,500 hombres, pernoctaron en Ixtaltepec, distrito de Juchitán. Una partida de estas fuerzas persiguió en las playas del rio de esta población al soldado de caballería, Víctor Serna y al que esto describe, habiéndose cruzado algunos tiros entre perseguidores y perseguidos.

Día 5, Juchitán tenía el batallón “Zaragoza” al mando del valiente coronel don Crisóforo Canseco con un efectivo de cuatrocientos hombres armados con fusiles viejos. Este batallón fue formado con gentes de este Estado y el de Chiapas, enviados por el General Domínguez, tenía una pieza de artillería muy antigua.
El Coronel Canseco se situó con su batallón al norte de la población, cerca de la hoy Estación del Ferrocarril Panamericano, colocó convenientemente la viejísima pieza de artillería, que hoy se encuentra a la entrada del Jardín Carlos Pacheco y esperó al enemigo.
En Juchitán se encontraban los patriotas del pueblo de San Blas, al mando del licenciado don Benigno Cartas y sus hermanos Adelaido y Zabulón y otros cuyos nombres no recuerdo.
Los juchitecos eran encabezados por el muy valiente y patriota don Marcos Matus y sus subordinados señores Pedro Gallegos, Albino y Felipe López Lena, Cosme Gómez y otros patriotas cuyos nombres tampoco recuerdo.
En las primeras horas de la mañana de este día (5 de septiembre de 1866), el enemigo se presentó al Norte de la población, siendo tiroteados por nuestras guerrillas desde unos dos kilómetros antes de llegar.
Una vez en las orillas del pueblo, fue recibido por el fuego del batallón de “Zaragoza” que peleó sin igual bravura, hasta ser completamente desbaratado por la enorme superioridad de la fuerza enemiga que se apodero de la vieja pieza de artillería y la clavó.
Una vez nulificado el batallón “Zaragoza”, las fuerzas enemigas entraron a la población en donde fueron recibidos por el fuego de los juchitecos y blaseños que, malísimamente armados, sostuvieron reñidísimo combate con los invasores. Tres veces los nuestros fueron rechazados debido a la superioridad del enemigo. En la última, los nuestros fueron perseguidos hasta donde hoy se encuentra el panteón general de aquella población. El enemigo incendió la población en la parte que se extiende a la orilla del río.
Nuestros derrotados se alejaron hacia el Oriente, hasta el punto denominado “Pozo Peralta”, en donde las mujeres juchitecas habían establecido un grueso cordón con el fin de proveer víveres a sus combatientes.

 

Estas mujeres, que nada tienen que envidiar a las espartanas, al ver llegar a los suyos en derrota, se enfurecieron y gritaron: ¡Dennos esas armas y nosotras pelearemos si es que ustedes ya se acobardaron! ¡No tenemos nada en el estómago, hemos peleado desde muy temprano y ya es medio día! Gritaban los derrotados. ¡Aquí hay qué comer! ¡Coman y vuelvan al combate! Gritaban las mujeres, ofreciendo abundante comida a aquellos hambrientos y derrotados soldados del pueblo.
En esos momentos llegaba el que esto escribe con las gentes de la rancherías de Rancho Guviña, (Sic) Paso Limón, La Palma, Chicapa, Zapotal y demás rancherías del Oriente. Después de haber comido algo, nos dirigimos otra ves sobre la población ocupada por el enemigo. Las mujeres habían inflamado en alto grado el patriotismo de los Juchitecos y los Blaseños y cada uno se consideró feliz de morir antes de huir.
Volvió otra vez el combate, pero esta vez el enemigo comprendió que su superioridad en organización y armamentos era enteramente inútil ante el patriotismo y bravura de los nuestros. El General Prieto fue herido. El fuego certero de los nuestros favorecido por la información compacta de los invasores, causó muchas bajas. En vano sus jefes quisieron efectuar una retirada, todo fue inútil; el desorden cundió en sus filas y los nuestros recobraron la vieja pieza de artillería que le había sido quitada y se apoderaron de dos piezas rayadas que había llevado la columna invasora. La persecución fue tenaz y al número de muertos del enemigo se calculó en más de ochocientos hombres. Nuestras bajas fueron relativamente pocas debido a la manera de pelear de aquellas gentes. Perdimos, sí, algunos ameritados jefes, entre ellos el heroico Albino López Lena.
Los señores General Juvencio Robles, Coronel Adelaido Cartas, Capitán Francisco Orozco, don Apolonio Toledo, don Prisciliano Martínez, y muchos otros supervivientes pueden dar fe de los hechos narrados.
Repitiéndole mis agradecimientos por la publicación de esta carta cuyo único objeto es establecer la verdad histórica en el asunto, me suscribo de Ud. Muy atento y S.S.

Anuncio

Francisco León


 

Nota de la Redacción:

Efectivamente, el señor Coronel León, estimable veterano, tiene razón en este particular, más hemos de hacer notar que nosotros hablamos del 3 de octubre como victoria inicial del triunfo de la Republica, puesto que a partir de esta fecha la suerte frecuentemente adversa a los imperialistas, cosas que no sucedió antes.

Establecemos este concepto, para que las cosas queden en su lugar, y crea nuestro honorable remitente que le agradecemos de todas veras su atención.
Comentario a la nota de la Redacción de “El Avance” que aparece en la página anterior (5)
Antes que la victoria del tres de octubre está la del cinco de septiembre, la cual por consiguiente, debe considerarse como “Victoria Inicial” del triunfo de la Republica, obtenida en Juchitán por fuerzas Republicanas, Juchitecas y San Blaseñas que también dependían del jefe de las Operaciones del Sur, Gral. De División Porfirio Díaz, a quien se le rindió el parte correspondiente a ese hecho de armas.
Además, mi padre me contaba que al recibir el General Díaz dicho parte, ordenó que las dos piezas rayadas y el armamento quitados al enemigo el cinco de septiembre, se le llevaran violentamente a su Cuartel General, en las cercanías de Miahuatlán, cosas que se efectuó desde luego, quedando estos elementos de guerra en poder del General Díaz antes de la batalla de Miahuatlán. Por consiguiente, la victoria obtenida por los juchitecos y sanblaseños el cinco de septiembre de 1866, no solo fue la victoria inicial para el triunfo de la República, sino que también contribuyó a obtener la del tres de octubre en Miahuatlán con el refuerzo de la artillería, armamento y parque quitados al enemigo en Juchitán el cinco de septiembre.
Por otra parte, de no haber sido completamente destrozados como lo fueron los franco – imperialistas en Juchitán, el general Díaz hubiera tenido esas fuerzas enemigas a su retaguardia, cosa que le hubiera imposibilitado, o por o menos demorado sus triunfos en Miahuatlán, la Carbonera, Oaxaca y Puebla.
Es, pues, de justicia dar a la batalla del cinco de septiembre de 1866 en Juchitán la importancia y trascendencia histórica que se merece.
México, D. F. Julio 11 de 1941

Ricardo León

Anuncio

(4) Este documento lo escribió el Sr. Francisco León, dirigiéndose a el Director del periódico “El Avance” el día 4 de octubre de 1911 en donde le dice: En el número 234 de “El Avance” correspondiente a esta fecha y bajo el titulo “protestamos, Ciudadano Juárez”, aparece un editorial en el que se afirma que en la batalla de Miahuatlán librada el 3 de octubre de 1866, se obtuvo el primer triunfo de armas sobre los invasores y los imperialistas y, consecuente con la idea de la justicia expresada por el autor de dicha editorial al asentar que hay que dar a cada quien lo que le pertenece, me permito suplicar a Ud. que, como rectificación histórica sobre este particular, se digne dar cabida en las columnas de su acreditado diario a los siguientes apuntes históricos, por los que verá que el triunfo de armas obtenidos por los pueblos de Juchitán y San Blas sobre las huestes invasoras e imperialistas el 5 de septiembre de 1866, fue anterior al de Miahuatlán. Estando seguro que, será imparcial en este asunto, se servirá UD. Acceder a mi súplica, le anticipo mis sinceros agradecimientos y paso desde luego a exponerle mis mencionados apuntes históricos.

(5) Tomado de un legajo en papel copia mecanografiada que fuera propiedad del archivo particular del Sr. Ing. Ricardo León, proporcionado por el Sr. Fernando Reyes Vera.

*Tomado del libro: LA BATALLA DE JUCHITAN 5 DE SEPTIEMBRE 150 Aniversario
Impreso por: Honorable Congreso del Estado Libre y Soberano de Oaxaca en Septiembre de 2016

Click para comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Cultura

Juana Hernández López: La Voz de la Mixteca que resuena en la Guelaguetza 2024

Publicado hace

el

Una vida de lucha y dedicación que une fronteras y preserva la riqueza cultural de su comunidad

Oaxaca de Juárez, Oaxaca.- (Cortamortaja) 22 de Junio de 2024.- En el corazón de la Guelaguetza, la festividad más emblemática de Oaxaca, ha emergido una figura que encarna la resistencia, el amor por la cultura y la dedicación incansable a su comunidad. Juana Hernández López, originaria de Santiago Juxtlahuaca, ha sido coronada como la Diosa Centéotl 2024, una distinción que celebra no solo su belleza y carisma, sino también su extraordinaria trayectoria y compromiso social. Hoy, en un momento aún más significativo, Juana celebra su 65 cumpleaños, un detalle que añade más emoción y significado a su historia de vida.

Juana no es solo una docente de español e historia; es una narradora de la realidad y una guerrera por la justicia educativa. Su camino ha estado marcado por la adversidad y la migración, habiendo tenido que dejar su amado Juxtlahuaca para buscar oportunidades en Estados Unidos. Esta experiencia no la quebrantó, sino que la fortaleció, convirtiéndola en una voz poderosa para la comunidad migrante mixteca.

En Fresno, California, Juana tomó las riendas de Radio Bilingüe, entendiendo que cuando los migrantes cruzan las fronteras, llevan consigo más que pertenencias; llevan su lengua, su cultura y su identidad. Desde los micrófonos de la radio, Juana se convirtió en un faro para aquellos que añoraban su tierra, ofreciendo no solo información y compañía, sino un puente que conectaba corazones divididos por la distancia.

El regreso de Juana a Juxtlahuaca no fue un retorno a la comodidad, sino una extensión de su misión. Desde 2019, ha dirigido un programa en XETLA, La Voz de la Mixteca, donde comparte su lengua materna, las tradiciones ancestrales y las historias de la comunidad migrante. A través de las ondas radiales, sigue tejiendo la trama de su cultura, manteniéndola viva y vibrante.

Juana Hernández López no solo representa a las mujeres de su comunidad; representa a todas aquellas personas que han tenido que abandonar su hogar en busca de un futuro mejor. Su historia es un testimonio de resiliencia y pasión, un recordatorio de que la cultura es un tesoro que nos sigue, nos define y nos une, sin importar cuán lejos estemos de nuestro lugar de origen.

Hoy, como Diosa Centéotl y celebrando sus 65 años, Juana ilumina la Guelaguetza con su presencia y su historia, una luz de esperanza y fortaleza para todos aquellos que, como ella, creen en el poder transformador de la educación y la cultura.

Anuncio

Continuar leyendo

Cultura

Cuentos y dichos del niño y el adulto zapoteca espinaleño

Publicado hace

el

Profesor Luis Castillejos Fuentes / Libro El Espinal: génesis, historia y tradición / Foto: Internet

El terror a la muerte es la base del animismo primitivo de los zapotecas y los niños de antaño, mezcla resultante en alguna forma de este grupo étnico, traen consigo esta mentalidad que tiende a manifestarse en su vida cotidiana. La oscuridad de la noche era propicia para que, sentados sobre un pequeño montículo de arena fresca de río, la chamacada contara historias  sobre fantasmas: “Guenda ruchibi”. Unas veces las oían en voz de los “viejos”, otras de  algún niño que con buena memoria se las transmitía. Se hablaba del bidxaa, espíritu de alguien que se creencia le atribuye madad, que se hace presente o no, deambula en lo oscuro provocando ruidos y gritos extraños imitando la expresión gutural de algún animal. El “sombrerote,” personaje vestido elegantemente y “con mucha plata” para ofrecerla al incauto que cae en su seducción y dominio, convertirlo en su vasallo y llevarlo a vivir lejos, en la cumbre de una montaña o en alguna cueva para en un momento dado hacer el “mal” a otros, pues supónese que tiene pacto con el diablo, binidxaba. Se Cuenta también la historia de “la llorona”, mujer vestida de una blanca y sudada manta que gime desgarradoramente, ya que de esta forma expresa que su alma en pena vaga hasta que algo pendiente que ella dejó en el mundo de los vivos se vea realizado. Todos, “entes” imaginarios, pero eso sí con la creencia de ser portadores del mal y en la charla se da como si lo que se expone fuera una realidad, que aunque provoque miedo,  se torna, interesante para la mente infantil.

En el ambiente de pueblo, todo mundo se conoce, se respeta y se saluda. Y no falta alguien peculiar en su modo de ser, que lo hace distinto del otro, ya sea por poseer  congénito o adquirido algún vicio, cualidad, virtud, etc., sea por defecto físico o por algún hábito fuera de lo común que despierta curiosidad, gracia, burla, admiración y risa en niños y adultos. Este tipo de personaje se hace “relevante”, queda su dicho y su hecho para el comentario grato: Tá Llanque Castillejos “Chiquito”, empedernido tomador de mezcal, su saludo es un grito desgarrado y su gracia colocar un cigarrillo de hojas sobre sus pobladísimas cejas y exhibirse, “zou náa la o zahua lii” ese era su dicho habitual,  José “Huipa” ex-soldado de leva en la revolución, donde alcanzó el grado de cabo, traumado por lo que sufrió en sus andanzas y de mal comer en la brega, después de ingerir “anisado” marchaba solo por las calles haciendo ademanes con saludo militar. Genaro Clímaco, Naro Lele por sus largas extremidades inferiores, semejando al alcaraván, con unas copas que impactaban su cerebro le daba por filosofar: “si tu mal no tiene remedio, porqué sufres y si tu mal tiene remedio también porqué sufres” solía decir con cierta visión premonitoria hacia lo que en la vida es bueno o es malo. Ta Rafé Lluvi, músico por afición y por su adicción al “trago” ya no lo contrataban, de un instinto vivaz, con un papel u hoja verde de lambimbo sobre un peine, de su ronco pecho entonaba melodías para que algún parroquiano le obsequiara una copa y después a su “banquete” que era residuo de tortilla y sobras de comida que con los cerdos compartía en una canoa de madera. Y Tá Rafé aguantó más de un siglo a pesar de esa “vida”. Erasmo Toledo perspicaz y agudo charlador, su plática amena y entretenida despertaba interés y sus frases quedan: Naa Tá Llamo. Xi tal xa llac, le dice un amigo a otro, zaquezi naa marínu. ¿Cómo estás? es la pregunta y la respuesta, es “como siempre”, aunque hayan pasado varios años, hasta los 81, que ya pesaban sobre el cuerpo de Beto Marinu y que por lo mismo no podía conservarse igual, y tiempo después fue hallado muerto en un basurero.

 En las fiestas patrias, la noche del grito y el desfile obligado del l6 de septiembre, con la tabla calisténica organizada por el profesor Bruno Escobar Fuentes, acto muy concurrido porque era de regocijo para la gente del pueblo. Era especie de fiesta popular. Al terminar  el acto literario y el presidente municipal en turno de dar “el grito”, la concurrencia abandonaba el escenario. Quedaban algunos, ya “encopetados”, que a la voz de tribuna libre arengaban a la multitud: Ta Queño Cueto ngüí, Pedro Ché Vale, José “Huipa” y otros, lo hacían habitualmente, sus dichos incoherentes y burlones sobre algún hecho que la autoridad hacía mal, provocaba risas entre los espectadores para luego abandonar el lugar hasta el amanecer.      

Allá por los años cuarenta, antes de abrirse la carretera internacional, mercaderes oaxaqueños, “vallistos”, pasaban por Espinal, estancia de descanso después de un largo peregrinar. Cargaban sobre sus espaldas gruesas y pesadas pacas de pescado seco de san Mateo del Mar para llevar a Oaxaca. Tenían que cruzar en el trayecto la sierra de Guevea y Escuintepec y bajar a Mitla. En algún corredor de casa grande, estancia descansaban y los niños por curiosidad se asomaban y los rodeaban para hacerles picardía, robar algo de su mercancía mientras dormían y reírse de su indumentaria y de su menudo pero macizo cuerpo, al mismo tiempo, admirar su resistencia.

Anuncio

El apodo para diferenciar al común ciudadano o simplemente para distinguirlo de otro, es de uso común  en los pueblos zapotecas, Al sustantivo se le acompaña con un adjetivo para la fácil identificación: así se dice de Luis “nanchi”, Luis “niño”, Luis “valor”, Luis “guitu”, de José; ché “cuachi”, ché “benda”, ché “bachana”, ché “tita”, ché “huabi”, ché “mistu”, de Antonio; Toño “morral”, Toño “músico”, Toño “neta”, Toño “llúu”, etc.

Continuar leyendo

Tendencia