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Cultura

Andrés Henestrosa. Parte 9

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“Quisiera darles un pan a la altura de su hambre.»

Corría el final del año de 1982, fin del gobierno de López Portillo, aquel que de repente en su último informe presidencial se pusiera a llorar, con la sorpresa del auditorio nacional que escuchábamos el Informe. Aquel que se hizo construir su residencia en La Colina del Perro. Un gobierno mediocre como todos los gobiernos corruptos a partir de Luis Echeverría: ineptos carentes de amor patrio.
Un día aquí en Juchitán reunidos los amigos en torno al famoso Contador Público, Enoc Regalado, catedrático de la E.S.C.A del I.P.N.; profesor que en sus clases todos los alumnos querían estar, todos interesados de inscribirse en su cátedra de Auditoría. Bien, desayunando pues con él en el restaurante la Inter, en esa ocasión lanza él la pregunta a los ahí reunidos:- para ustedes qué significa el movimiento estudiantil del 68? -. De inmediato le respondí:- para mí, el 68 es una traición a México, fue un cambio de carril del tren progresista y patriota del gobierno mexicano desde Cárdenas a López Mateos, a un gobierno entreguista de los bienes de México al extranjero, un saqueo a La Nación; y el abandono al agro mexicano, y a su educación y la gestación de la crisis que hoy desde entonces iniciamos a vivir seguido de las constantes devaluaciones de nuestra moneda- si quieres destruir un país, devalúa su moneda-. Un cambio pues de carril, de un tren progresista a un tren de pobreza y de crisis en la que hoy vivimos. El Contador Enoc Regalado ya ni siquiera oyó la opinión de los demás. Sólo respondió con un contundente: Así es.
Amigos, en el año de 1982 inicia el gobierno de Miguel de la Madrid, la Legislatura LIII; y el maestro Andrés Henestrosa es Senador por nuestro estado de Oaxaca, su designación como candidato del P.R.I. fue hasta su hora desesperante y angustiosa para él. Lo digo porque el día que Jacobo Zabludovsky inició su programa de noticias en la noche arrancó diciendo: por fin resuelto el caso de la otra Senaduría por Oaxaca, es Andrés Henestrosa. Es así que a esa hora de inmediato le marco a su casa. Él responde y yo le digo: ya estuvo verdad!?. Él emocionado responde:- ya! Hijo. Ya está! En ese día comimos sólo los dos en el restaurante Passy de la zona rosa.
Recuerdo su angustia y desesperación. La copa de coñac al terminar de comer, él le daba ligero giro con su mano, el líquido sólo levantaba tenue oleaje, él me había explicado en otra ocasión ese giro del vino para que éste se impregne del calor de lo humano. Bien, mientras giraba tenue la copa él decía: _Cómo es posible que a mis 75 años yo esté esperando ser Senador, por cierto con muchas dudas que lo sea. Porque Víctor Bravo Ahuja, también lo quiere. Y el embajador de España acaba de llegar, ¡seguro! Para lo mismo. ¡No!, Ya no lo fui, y luego a qué edad!…
Ya durante su campaña en un pueblo en la Mixteca llamado Tonalá, debajo de la sombra de unos ahuehuetes enormes, le oí decir en su discurso:- yo quisiera darles un pan a la altura de su hambre, según dijo el poeta Andrés Bello-. Le oí muchos discursos en esta su campaña por la senaduría de Oaxaca. Entonces cada entidad federativa le correspondía 2 senadores, incluyendo el D.F. De modo que el Senado de la República lo constituía 64 senadores. Y cada 7 de octubre dicha institución otorga su más alta condecoración a un ciudadano distinguido de nuestra nación: la medalla Belisario Domínguez él, don Andrés recibiría entre muchas condecoraciones, homenajes, sería ganador de la medalla Belisario Domínguez–; en recuerdo al asesinato cometido por el usurpador y sanguinario Victoriano Huerta en la persona del presidente legítimo Francisco I. Madero aquel 19 de febrero de 1913; él, Huerta, se convierte en presidente de la República por atribución del embajador gringo, Henry Lane Wilson, después del pacto de la embajada donde reunió al Srio. de la defensa de Madero – Huerta-, y el General Félix Díaz- sobrino de don Porfirio, hijo del Chato Díaz-; que junto con el Gral. Manuel Mondragón, y Aureliano Blanquet sacaron del palacio de Lecumberri a Félix Díaz y a Bernardo Reyes- padre de Alfonso Reyes-; quienes se habían revelado al inicio de gobierno de Madero. Así reunidos en la embajada gringa tramaron bajo la dirección del embajador Henry Lane Wilson, dar pinochetazo a Madero y en su lugar colocar al traidor Huerta, con la promesa de renunciar a favor de Félix Díaz. Es así como se arma el complot contra Madero. Y fue Aureliano Blanquet quien detiene a Madero al entrar al Palacio esa mañana 14 de febrero de 1913. Hubo balacera, según dicen Madero abofeteó a Blanquet. Sólo que él mismo por evitar derramamiento de sangre quiso apaciguar sus guaruras. De esta forma arrestado, y en otro lugar y el mismo día en un desayuno con Huerta, Srio. de la defensa, detiene éste a Gustavo Madero, entonces diputado federal; quien sería cruelmente asesinado ante el Gral. Manuel Mondragón en la Ciudadela, este episodio histórico se le conoce como Decena Trágica.
El Gral. Mondragón, aquel que fuera enviado a Francia por el presidente Díaz a estudiar artillería; quien más tarde, inventaría el rifle automático y diseñó unos cañones que se fundieron en Alemania y que fueron instalados en el puerto de Salina Cruz para la defensa del puerto y de México, ya que el Gral. Díaz, al fin buen militar, intuyó que los gringos al invadirnos un día como lo hicieron en 1847, con la muerte de Los Niños Héroes; los gringos lo harían por el puerto de Salinas, visto su interés de despojarnos el Istmo de Tehuantepec. Y Díaz tuvo la razón, un acorazado de los E.U. estuvo situado frente al puerto de Salina Cruz, con la amenaza de invasión. Sólo que los cañones de Mondragón les envío una metralla un poco delante de su proa. Al no atender el barco gringo la advertencia, el siguiente cañonazo dio en el costado. Es así que el barco de guerra gringo decidió viento en popa su retiro de nuestro mar.
Amigos; sobre Manuel Mondragón podemos seguir hablando más, terminaré diciéndoles que fue padre de la bella mujer de ojos verdes llamada Carmen Mondragón, quien se casara con el atractivo militar y futuro pintor Manuel Rodríguez Lozano. De quien la aristócrata Antonieta Rivas Mercado estuvo locamente enamorada. Y don Andrés por los años 1922-1924, vivió una gran pobreza, de modo que llegó a dormir en los cines: la gente salía de la última función, yo entraba. Es mejor dormir bajo techo…. Es Manuel Rodríguez Lozano quien en un medio día ante la visita de Antonieta en su taller, él le pregunta: Antonieta, tienes un cuartito en tu casa para un niño oaxaqueño que quiere estudiar? Ante tal pregunta, Antonieta la heredara de la fortuna del gran arquitecto porfirista, aquel que construyera el Ángel de La Independencia por encargó del presidente Díaz; aquel arquitecto don Antonio Rivas Mercado apodado el Oso, ya que una noche saliendo de La Universidad en París, en un plaza, un hombre con un oso amarrado con una cadena, decía a su público ahí reunido:- quien se atreve tumbar al oso? Quién!…Quien logré tumbar al oso tendrá de premio un Luis- moneda de oro acuñada en Francia desde Luis XIV-. El acompañante del estudiante en arquitectura Antonio Rivas Mercado le dice: Óra Toño! Aviéntate, tú puedes. Sin más Antonio se aventó sobre el oso agarrándolo por el pescuezo, y poco a poco lo fue acostando al piso hasta dejarlo inmóvil, ante los aplausos de los asistentes… Continúa.

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Cultura

Juana Hernández López: La Voz de la Mixteca que resuena en la Guelaguetza 2024

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Una vida de lucha y dedicación que une fronteras y preserva la riqueza cultural de su comunidad

Oaxaca de Juárez, Oaxaca.- (Cortamortaja) 22 de Junio de 2024.- En el corazón de la Guelaguetza, la festividad más emblemática de Oaxaca, ha emergido una figura que encarna la resistencia, el amor por la cultura y la dedicación incansable a su comunidad. Juana Hernández López, originaria de Santiago Juxtlahuaca, ha sido coronada como la Diosa Centéotl 2024, una distinción que celebra no solo su belleza y carisma, sino también su extraordinaria trayectoria y compromiso social. Hoy, en un momento aún más significativo, Juana celebra su 65 cumpleaños, un detalle que añade más emoción y significado a su historia de vida.

Juana no es solo una docente de español e historia; es una narradora de la realidad y una guerrera por la justicia educativa. Su camino ha estado marcado por la adversidad y la migración, habiendo tenido que dejar su amado Juxtlahuaca para buscar oportunidades en Estados Unidos. Esta experiencia no la quebrantó, sino que la fortaleció, convirtiéndola en una voz poderosa para la comunidad migrante mixteca.

En Fresno, California, Juana tomó las riendas de Radio Bilingüe, entendiendo que cuando los migrantes cruzan las fronteras, llevan consigo más que pertenencias; llevan su lengua, su cultura y su identidad. Desde los micrófonos de la radio, Juana se convirtió en un faro para aquellos que añoraban su tierra, ofreciendo no solo información y compañía, sino un puente que conectaba corazones divididos por la distancia.

El regreso de Juana a Juxtlahuaca no fue un retorno a la comodidad, sino una extensión de su misión. Desde 2019, ha dirigido un programa en XETLA, La Voz de la Mixteca, donde comparte su lengua materna, las tradiciones ancestrales y las historias de la comunidad migrante. A través de las ondas radiales, sigue tejiendo la trama de su cultura, manteniéndola viva y vibrante.

Juana Hernández López no solo representa a las mujeres de su comunidad; representa a todas aquellas personas que han tenido que abandonar su hogar en busca de un futuro mejor. Su historia es un testimonio de resiliencia y pasión, un recordatorio de que la cultura es un tesoro que nos sigue, nos define y nos une, sin importar cuán lejos estemos de nuestro lugar de origen.

Hoy, como Diosa Centéotl y celebrando sus 65 años, Juana ilumina la Guelaguetza con su presencia y su historia, una luz de esperanza y fortaleza para todos aquellos que, como ella, creen en el poder transformador de la educación y la cultura.

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Cultura

Cuentos y dichos del niño y el adulto zapoteca espinaleño

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Profesor Luis Castillejos Fuentes / Libro El Espinal: génesis, historia y tradición / Foto: Internet

El terror a la muerte es la base del animismo primitivo de los zapotecas y los niños de antaño, mezcla resultante en alguna forma de este grupo étnico, traen consigo esta mentalidad que tiende a manifestarse en su vida cotidiana. La oscuridad de la noche era propicia para que, sentados sobre un pequeño montículo de arena fresca de río, la chamacada contara historias  sobre fantasmas: “Guenda ruchibi”. Unas veces las oían en voz de los “viejos”, otras de  algún niño que con buena memoria se las transmitía. Se hablaba del bidxaa, espíritu de alguien que se creencia le atribuye madad, que se hace presente o no, deambula en lo oscuro provocando ruidos y gritos extraños imitando la expresión gutural de algún animal. El “sombrerote,” personaje vestido elegantemente y “con mucha plata” para ofrecerla al incauto que cae en su seducción y dominio, convertirlo en su vasallo y llevarlo a vivir lejos, en la cumbre de una montaña o en alguna cueva para en un momento dado hacer el “mal” a otros, pues supónese que tiene pacto con el diablo, binidxaba. Se Cuenta también la historia de “la llorona”, mujer vestida de una blanca y sudada manta que gime desgarradoramente, ya que de esta forma expresa que su alma en pena vaga hasta que algo pendiente que ella dejó en el mundo de los vivos se vea realizado. Todos, “entes” imaginarios, pero eso sí con la creencia de ser portadores del mal y en la charla se da como si lo que se expone fuera una realidad, que aunque provoque miedo,  se torna, interesante para la mente infantil.

En el ambiente de pueblo, todo mundo se conoce, se respeta y se saluda. Y no falta alguien peculiar en su modo de ser, que lo hace distinto del otro, ya sea por poseer  congénito o adquirido algún vicio, cualidad, virtud, etc., sea por defecto físico o por algún hábito fuera de lo común que despierta curiosidad, gracia, burla, admiración y risa en niños y adultos. Este tipo de personaje se hace “relevante”, queda su dicho y su hecho para el comentario grato: Tá Llanque Castillejos “Chiquito”, empedernido tomador de mezcal, su saludo es un grito desgarrado y su gracia colocar un cigarrillo de hojas sobre sus pobladísimas cejas y exhibirse, “zou náa la o zahua lii” ese era su dicho habitual,  José “Huipa” ex-soldado de leva en la revolución, donde alcanzó el grado de cabo, traumado por lo que sufrió en sus andanzas y de mal comer en la brega, después de ingerir “anisado” marchaba solo por las calles haciendo ademanes con saludo militar. Genaro Clímaco, Naro Lele por sus largas extremidades inferiores, semejando al alcaraván, con unas copas que impactaban su cerebro le daba por filosofar: “si tu mal no tiene remedio, porqué sufres y si tu mal tiene remedio también porqué sufres” solía decir con cierta visión premonitoria hacia lo que en la vida es bueno o es malo. Ta Rafé Lluvi, músico por afición y por su adicción al “trago” ya no lo contrataban, de un instinto vivaz, con un papel u hoja verde de lambimbo sobre un peine, de su ronco pecho entonaba melodías para que algún parroquiano le obsequiara una copa y después a su “banquete” que era residuo de tortilla y sobras de comida que con los cerdos compartía en una canoa de madera. Y Tá Rafé aguantó más de un siglo a pesar de esa “vida”. Erasmo Toledo perspicaz y agudo charlador, su plática amena y entretenida despertaba interés y sus frases quedan: Naa Tá Llamo. Xi tal xa llac, le dice un amigo a otro, zaquezi naa marínu. ¿Cómo estás? es la pregunta y la respuesta, es “como siempre”, aunque hayan pasado varios años, hasta los 81, que ya pesaban sobre el cuerpo de Beto Marinu y que por lo mismo no podía conservarse igual, y tiempo después fue hallado muerto en un basurero.

 En las fiestas patrias, la noche del grito y el desfile obligado del l6 de septiembre, con la tabla calisténica organizada por el profesor Bruno Escobar Fuentes, acto muy concurrido porque era de regocijo para la gente del pueblo. Era especie de fiesta popular. Al terminar  el acto literario y el presidente municipal en turno de dar “el grito”, la concurrencia abandonaba el escenario. Quedaban algunos, ya “encopetados”, que a la voz de tribuna libre arengaban a la multitud: Ta Queño Cueto ngüí, Pedro Ché Vale, José “Huipa” y otros, lo hacían habitualmente, sus dichos incoherentes y burlones sobre algún hecho que la autoridad hacía mal, provocaba risas entre los espectadores para luego abandonar el lugar hasta el amanecer.      

Allá por los años cuarenta, antes de abrirse la carretera internacional, mercaderes oaxaqueños, “vallistos”, pasaban por Espinal, estancia de descanso después de un largo peregrinar. Cargaban sobre sus espaldas gruesas y pesadas pacas de pescado seco de san Mateo del Mar para llevar a Oaxaca. Tenían que cruzar en el trayecto la sierra de Guevea y Escuintepec y bajar a Mitla. En algún corredor de casa grande, estancia descansaban y los niños por curiosidad se asomaban y los rodeaban para hacerles picardía, robar algo de su mercancía mientras dormían y reírse de su indumentaria y de su menudo pero macizo cuerpo, al mismo tiempo, admirar su resistencia.

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El apodo para diferenciar al común ciudadano o simplemente para distinguirlo de otro, es de uso común  en los pueblos zapotecas, Al sustantivo se le acompaña con un adjetivo para la fácil identificación: así se dice de Luis “nanchi”, Luis “niño”, Luis “valor”, Luis “guitu”, de José; ché “cuachi”, ché “benda”, ché “bachana”, ché “tita”, ché “huabi”, ché “mistu”, de Antonio; Toño “morral”, Toño “músico”, Toño “neta”, Toño “llúu”, etc.

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