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Cultura

10 escritores indígenas que han cobrado popularidad en los últimos años

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Parte de su labor está centrada en la difusión de sus culturas, pero también en la experimentación en su lengua en fusión con la cultura globalizada contemporánea.

Durante siglos los conocimientos indígenas fueron transmitiéndose entre generaciones de manera oral. Y podría decirse, que apenas hace un siglo, este conocimiento comenzó a traducirse en mayor medida a la literatura, un fehaciente ejemplo de ello es el auge de la literatura binnizá o zapoteca, Hoy, tenemos gracias a la antigua tradición oral los grandes mitos que fueron el eje cultural de sociedades enteras en el México antiguo y este conocimiento se ha enriquecido con prolíficos autores de distintas etnias indígenas que en las últimas décadas que van consiguiendo su lugar en el mundo literario.

Te presentamos varios autores que han ido tomando popularidad por su talento y propuesta:

Macario MatusPoeta2

Nació en Juchitán en 1943 y murió en el 2009. Es considerado el escritor zapoteca más prolífico de todos los tiempos (con unos 30 libros publicados). Publicó desde poesía, narrativa, ensayo, teatro, traducciones e invenciones. Fue también un importante promotor de la cultura zapoteca. Estuvo al frente de la Casa de la Cultura de Juchitán por diez años y favoreció el surgimiento de pintores, escritores, músicos, etc. Su obra en los últimos años se caracterizó por una alta presencia de erotismo.

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Jorge Miguel Cocom PechPoeta3

El año pasado fue reconocido por el Instituto Cervantes de Nueva York. Su obra más reconocida es Muk’ult’an in Nool, secretos del abuelo, famoso por ser un libro que, además de su calidad literaria, muestra al mundo mucho de la filosofía maya; en él se recoge la narrativa tradicional oral heredada de sus antepasados y ha sido traducido a lenguas tan disímiles como mam, zapoteco y náhuatl, así como al inglés, rumano, catalán, serbio, árabe y ruso.

Esteban Ríos CruzPoeta4

En 2014 fue galardonado con el Premio de Literaturas Indígenas de América. Este poeta zapoteconació en Asunción Ixtaltepec, Oaxaca, ha publicado 6 libros de poesía y al respecto de su labor y obra ha declarado:

La defensa y reconocimiento de estas lenguas debe venir de sus propios hablantes, pues las comunidades tienen el poder de su lengua materna para expresar su visión del mundo” …(…)cuando se escribe, se vive un proceso intelectual para expresar lo que se quiere decir y, también, mirar los acontecimientos de manera reflexiva”.

Briceida Cuevas CobPoeta5

Poeta maya, fundadora de la Asociación de Escritores en Lenguas Indígenas de México. Entre su obra más reconocida está U yok’ol auat pek’ (El quejido del perro en su existencia), Je’ bix k’in (Como el sol) y Tiʹ u billil in nookʹ (Del dobladillo de mi ropa). En 2012 fue electa como miembro correspondiente de Campeche por por la Academia Mexicana de la Lengua. Su obra, además, es muy importante ya que explora el rol de la mujer maya.

Gabriel Pacheco SalvadorPoeta6

Nació en Xatsitsarie, Nayarit en 1963, escritor wixárika (huichol). Entre su obra destaca Reflexiones sobre la identidad étnica, La América profunda habrá de emerger, Relatos huicholes y autor de Tatei Yurienakay otros cuentos huicholes, ahora traducido al francés con el título Contes modernes des indiens huicholes du Mexique Tatei Yurienaka. También, ha traducido libros al wixárika escritos inicialmente en otros idiomas.

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Humberto Tehuacatl Cuaquehua

Este autor nahua nació en Veracruz. Además de escritor, es medico tradicional nahua, fundador de Escritores en Lenguas indígenas y fundador del Consultorio de Medicina Tradicional Quetzalpapalotl y del Centro de Estudios Integrales y Formación Comunitaria Caltepetlahtocan A.C. También es cuentero, y está convencido de que la literatura es una vía imprescindible para transmitir conocimientos milenarios, como afirmó para La Jornada:
Desde los cinco años mi padre comenzó a enseñarme medicina, agricultura, carpintería, a hacer carbón, a seleccionar semillas, a valorar el tiempo. Todo a través del relato, del cuento.
Entre su obra más reconocida está el poemario Caxtoley xochioyo (Dieciocho flores de la palabra).

Irma Pineda SantiagoPoeta7

Poeta zapoteca, cuya lengua es el diidxazá. Nació en Juchitlán de Zaragoza, Oaxaca. Entre su obra más reconocida están la recuperación de las voces originarias; Doo yoo ne ga’ bia’ (De la casa del ombligo a las nueve cuartas), Xilase qui rié di’ sicasi rié nisa guiigu’ (La nostalgia no se marcha como el agua de los ríos) y Xilase Nisadó (Nostalgias del mar) entre otros. En su trabajo, hace una alusión a su cultura, pero también a la situación que viven las comunidades, sus retos, e invita a la concientización de la sociedad sobre ello.

Joel Torres Sánchez

Purépecha, nació en Purenchécuaro, Michoacán. Ha ganado premios como el Tercer Concurso de Cuento Purépecha y el Premio Nacional de Narrativa. También difunde la música purépecha en el programa Erandepakua de la UMSNH. Tradujo obra de Juan Rulfo al Purépecha, es docente, y su obra como escritor ha sido publicada en espacios como la revista Nuni de la Escuela de las Lenguas Indígenas A.C, y en periódicos y revistas, sobre todo de Michoacán.

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Natalia ToledoPoeta8

Escritora zapoteca, nació en Juchitán, Oaxaca. Aunque es hija del reconocido pintor Francisco Toledo, ha forjado por sí misma una carrera sólida como escritora. Gran difusora, además, de la gastronomía zapoteca, sus textiles y joyería. En 2004 recibió el premio Nezahualcóyotl de Literatura por Guie´ Yaasé’ (Olivo negro).

Feliciano Sánchez ChanPoeta9

Escritor maya, nació en el poblado de Xaya, Tecax. Además de poeta es dramaturgo. Entre su obra más reconocida está U k´u´uk (Retoño de Voces Mayas)

Sobre su obra, relata en una entrevista para Círculo de Poesía

Por necesidad conviví con las personas mayores de mi pueblo que me influenciaron, además de las canciones que mi padre componía y cantaba en maya. Siempre dije “algún día voy a escribir una canción en maya para que alguien la cante”. De igual manera, la vinculación con la milpa me permitió enriquecer un tanto mi lenguaje a diferencia de quienes crecieron casi conmigo y desde muy temprano se fueron a estudiar a otra parte, veo que hay una diferencia en la cantidad de vocablos que utilizamos unos y otros.

Con información de: masdemx.com

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Cultura

Juana Hernández López: La Voz de la Mixteca que resuena en la Guelaguetza 2024

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Una vida de lucha y dedicación que une fronteras y preserva la riqueza cultural de su comunidad

Oaxaca de Juárez, Oaxaca.- (Cortamortaja) 22 de Junio de 2024.- En el corazón de la Guelaguetza, la festividad más emblemática de Oaxaca, ha emergido una figura que encarna la resistencia, el amor por la cultura y la dedicación incansable a su comunidad. Juana Hernández López, originaria de Santiago Juxtlahuaca, ha sido coronada como la Diosa Centéotl 2024, una distinción que celebra no solo su belleza y carisma, sino también su extraordinaria trayectoria y compromiso social. Hoy, en un momento aún más significativo, Juana celebra su 65 cumpleaños, un detalle que añade más emoción y significado a su historia de vida.

Juana no es solo una docente de español e historia; es una narradora de la realidad y una guerrera por la justicia educativa. Su camino ha estado marcado por la adversidad y la migración, habiendo tenido que dejar su amado Juxtlahuaca para buscar oportunidades en Estados Unidos. Esta experiencia no la quebrantó, sino que la fortaleció, convirtiéndola en una voz poderosa para la comunidad migrante mixteca.

En Fresno, California, Juana tomó las riendas de Radio Bilingüe, entendiendo que cuando los migrantes cruzan las fronteras, llevan consigo más que pertenencias; llevan su lengua, su cultura y su identidad. Desde los micrófonos de la radio, Juana se convirtió en un faro para aquellos que añoraban su tierra, ofreciendo no solo información y compañía, sino un puente que conectaba corazones divididos por la distancia.

El regreso de Juana a Juxtlahuaca no fue un retorno a la comodidad, sino una extensión de su misión. Desde 2019, ha dirigido un programa en XETLA, La Voz de la Mixteca, donde comparte su lengua materna, las tradiciones ancestrales y las historias de la comunidad migrante. A través de las ondas radiales, sigue tejiendo la trama de su cultura, manteniéndola viva y vibrante.

Juana Hernández López no solo representa a las mujeres de su comunidad; representa a todas aquellas personas que han tenido que abandonar su hogar en busca de un futuro mejor. Su historia es un testimonio de resiliencia y pasión, un recordatorio de que la cultura es un tesoro que nos sigue, nos define y nos une, sin importar cuán lejos estemos de nuestro lugar de origen.

Hoy, como Diosa Centéotl y celebrando sus 65 años, Juana ilumina la Guelaguetza con su presencia y su historia, una luz de esperanza y fortaleza para todos aquellos que, como ella, creen en el poder transformador de la educación y la cultura.

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Cultura

Cuentos y dichos del niño y el adulto zapoteca espinaleño

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Profesor Luis Castillejos Fuentes / Libro El Espinal: génesis, historia y tradición / Foto: Internet

El terror a la muerte es la base del animismo primitivo de los zapotecas y los niños de antaño, mezcla resultante en alguna forma de este grupo étnico, traen consigo esta mentalidad que tiende a manifestarse en su vida cotidiana. La oscuridad de la noche era propicia para que, sentados sobre un pequeño montículo de arena fresca de río, la chamacada contara historias  sobre fantasmas: “Guenda ruchibi”. Unas veces las oían en voz de los “viejos”, otras de  algún niño que con buena memoria se las transmitía. Se hablaba del bidxaa, espíritu de alguien que se creencia le atribuye madad, que se hace presente o no, deambula en lo oscuro provocando ruidos y gritos extraños imitando la expresión gutural de algún animal. El “sombrerote,” personaje vestido elegantemente y “con mucha plata” para ofrecerla al incauto que cae en su seducción y dominio, convertirlo en su vasallo y llevarlo a vivir lejos, en la cumbre de una montaña o en alguna cueva para en un momento dado hacer el “mal” a otros, pues supónese que tiene pacto con el diablo, binidxaba. Se Cuenta también la historia de “la llorona”, mujer vestida de una blanca y sudada manta que gime desgarradoramente, ya que de esta forma expresa que su alma en pena vaga hasta que algo pendiente que ella dejó en el mundo de los vivos se vea realizado. Todos, “entes” imaginarios, pero eso sí con la creencia de ser portadores del mal y en la charla se da como si lo que se expone fuera una realidad, que aunque provoque miedo,  se torna, interesante para la mente infantil.

En el ambiente de pueblo, todo mundo se conoce, se respeta y se saluda. Y no falta alguien peculiar en su modo de ser, que lo hace distinto del otro, ya sea por poseer  congénito o adquirido algún vicio, cualidad, virtud, etc., sea por defecto físico o por algún hábito fuera de lo común que despierta curiosidad, gracia, burla, admiración y risa en niños y adultos. Este tipo de personaje se hace “relevante”, queda su dicho y su hecho para el comentario grato: Tá Llanque Castillejos “Chiquito”, empedernido tomador de mezcal, su saludo es un grito desgarrado y su gracia colocar un cigarrillo de hojas sobre sus pobladísimas cejas y exhibirse, “zou náa la o zahua lii” ese era su dicho habitual,  José “Huipa” ex-soldado de leva en la revolución, donde alcanzó el grado de cabo, traumado por lo que sufrió en sus andanzas y de mal comer en la brega, después de ingerir “anisado” marchaba solo por las calles haciendo ademanes con saludo militar. Genaro Clímaco, Naro Lele por sus largas extremidades inferiores, semejando al alcaraván, con unas copas que impactaban su cerebro le daba por filosofar: “si tu mal no tiene remedio, porqué sufres y si tu mal tiene remedio también porqué sufres” solía decir con cierta visión premonitoria hacia lo que en la vida es bueno o es malo. Ta Rafé Lluvi, músico por afición y por su adicción al “trago” ya no lo contrataban, de un instinto vivaz, con un papel u hoja verde de lambimbo sobre un peine, de su ronco pecho entonaba melodías para que algún parroquiano le obsequiara una copa y después a su “banquete” que era residuo de tortilla y sobras de comida que con los cerdos compartía en una canoa de madera. Y Tá Rafé aguantó más de un siglo a pesar de esa “vida”. Erasmo Toledo perspicaz y agudo charlador, su plática amena y entretenida despertaba interés y sus frases quedan: Naa Tá Llamo. Xi tal xa llac, le dice un amigo a otro, zaquezi naa marínu. ¿Cómo estás? es la pregunta y la respuesta, es “como siempre”, aunque hayan pasado varios años, hasta los 81, que ya pesaban sobre el cuerpo de Beto Marinu y que por lo mismo no podía conservarse igual, y tiempo después fue hallado muerto en un basurero.

 En las fiestas patrias, la noche del grito y el desfile obligado del l6 de septiembre, con la tabla calisténica organizada por el profesor Bruno Escobar Fuentes, acto muy concurrido porque era de regocijo para la gente del pueblo. Era especie de fiesta popular. Al terminar  el acto literario y el presidente municipal en turno de dar “el grito”, la concurrencia abandonaba el escenario. Quedaban algunos, ya “encopetados”, que a la voz de tribuna libre arengaban a la multitud: Ta Queño Cueto ngüí, Pedro Ché Vale, José “Huipa” y otros, lo hacían habitualmente, sus dichos incoherentes y burlones sobre algún hecho que la autoridad hacía mal, provocaba risas entre los espectadores para luego abandonar el lugar hasta el amanecer.      

Allá por los años cuarenta, antes de abrirse la carretera internacional, mercaderes oaxaqueños, “vallistos”, pasaban por Espinal, estancia de descanso después de un largo peregrinar. Cargaban sobre sus espaldas gruesas y pesadas pacas de pescado seco de san Mateo del Mar para llevar a Oaxaca. Tenían que cruzar en el trayecto la sierra de Guevea y Escuintepec y bajar a Mitla. En algún corredor de casa grande, estancia descansaban y los niños por curiosidad se asomaban y los rodeaban para hacerles picardía, robar algo de su mercancía mientras dormían y reírse de su indumentaria y de su menudo pero macizo cuerpo, al mismo tiempo, admirar su resistencia.

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El apodo para diferenciar al común ciudadano o simplemente para distinguirlo de otro, es de uso común  en los pueblos zapotecas, Al sustantivo se le acompaña con un adjetivo para la fácil identificación: así se dice de Luis “nanchi”, Luis “niño”, Luis “valor”, Luis “guitu”, de José; ché “cuachi”, ché “benda”, ché “bachana”, ché “tita”, ché “huabi”, ché “mistu”, de Antonio; Toño “morral”, Toño “músico”, Toño “neta”, Toño “llúu”, etc.

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