Conecta con nosotros

Cultura

El Marinero

Publicado hace

el

El mar tumultuoso, sus olas se elevan durante la tempestad. A veces en ese mundo infinito que es el mar, el barco parece una hoja de laurel; que parece escalar la cresta de la ola, es cuando El Capitán por su experiencia y destreza ordena al Timonel que evite subir la cresta. Es ese instante que se pone a prueba el acero de que está hecha la quilla, es decir el fondo o la base del barco: Su columna vertebral que sólo debe dar muestra de tenacidad y flexibilidad. Pero nunca romperse. Imáginate! Si el barco se partiera en 2. Los astilleros famosos en el mundo se encuentran en: Noruega, Holanda, Alemania, Dinamarca, Japón, China, Gran Bretaña. Son los grandes constructores de barcos y por ende los grandes navegantes.

«Navegar es mi destino» dice por ahí una frase. Si estás parado sobre La Cubierta del barco, mirando hacia La Proa, el lado derecho del barco se llama Estribor. En ese mismo punto, al lado izquierdo se denomina Babor. La Proa es la parte del barco que va surcando el mar. Y la parte trasera es La Popa. De ahí el dicho:» Viento en Popa». Es decir navegar en buen tiempo, el mar en calma y el viento que ayuda en la potencia del propulsor -que es la hélice-. Al escribir esta palabra, luego luego viene otra Yamaha. Recordando las lanchas que vemos en nuestras playas como Chipehua que en zapoteco quiere decir: xii beuu’hua: temporada de huachinango.
Un barco tiene agua: fría y caliente, luz, aire acondicionado, sanitarios, cocina, comedor, lobby… La máquina abajo, en el pasado ahí las calderas para generar vapor y éste mover el propulsor. Después entró el motor que usa Diésel; al que está a cargo de la máquina, es El Jefe de Máquinas. Quien cuenta con El Primer Oficial de Máquinas, El Segundo y El Tercer Oficial de Máquinas. Quienes se alternan en turno de 8 horas de trabajo vigilando la operación normal de la máquina.
El Jefe de Máquinas tiene un rango a nivel del Capitán. Y esto se observa en la distribución de los camarotes. La mitad es para cada rango de mando.
Hay ocasiones esporádicas, y dependiendo del carácter o temperamento del Jefe de Máquinas, puede invitar a ver una película, tomar un café en su amplio y cómodo Camarote. Como aquella vez que ofreció una copa a sus invitados con tal de reír, charlar y pasar un momento alegre y aminorar el tedio del largo viaje. En esa ocasión, uno de los invitados al primer contacto con el vino, dio muestra de agresividad. Lo que obligó al Jefe pedir su retiro de la reunión. Y al día siguiente lo llamó a su oficina para decirle textual:» mira hijo, el vino es para estar alegre y compartir cordialmente con los amigos. Te pido de favor, que no vuelvas a beber un trago. Porque pones en riesgo la tripulación».
Ahora, el barco para un viaje largo hay que avituallarlo es decir proveerlo de víveres para lo que dure la travesía. Y es el Mayordomo quien se encarga de hacer las compras. En coordinación con el Primer Oficial de Cubierta. El avituallamiento consta de carnes de res, cerdo, pollo, granos, hojas de olor, verduras, frutas, cereales…El Mayordomo tiene 2 cocineros y 2 camareros. Éstos para servir la comida y para cambiar las sábanas de los camarotes.
Las noches en el mar es de un cielo estrellado, pareciera que tan sólo levantar el brazo, pudieras coger una estrella. El silencio es roto por el sonido del mar al ser partido por la proa.
Los recuerdos, las imágenes tal vez pasen como una película. Las noches tranquilas el entorno oscuro que sólo permite el cielo cuajado de estrellas.
Hay 2 tipos de marinos: El militar y el mercante. La Escuela Náutica Mercante, tú las puedes hallar en México en 3 puertos del país: Veracruz, Mazatlán, Sinaloa y Tampico, Tamaulipas. Si usted le interesa ser Ingeniero Mecánico Naval, Piloto Naval, ingeniero Geógrafo e Hidrógrafo…Ahí están las escuelas náuticas.
Me cuenta el Ingeniero Julio C. Castillejos, Ingeniero Mecánico Naval, egresado de La Náutica del puerto de Veracruz. Que una vez terminada la carrera, donde el hombre se forma con disciplina, a levantarse las 5 de la mañana. Ser puntual en lo que hay que hacer, si se trata de desayunar, de dormir. Dejar la cama ordenada, mantener las insignias lustrísimas, la gorra, los zapatos… El salario a la hora de embarcarse es alto. Puedes navegar un año. Ahora sólo se permite navegar 6 meses. Antes no! Podía ser hasta 2 años. Si te toca en algún puerto del mundo cumplir con tu periodo de navegación. Pues, ahí te bajas del barco – tratándose desde luego de marino mercante -. Si es el puerto de Amberes, Estambul, Hamburgo, Róterdam, o uno del lejano Oriente Áqaba. Que mientras el barco fondeado mirando el puerto. Esto es en Jordania, en el mar rojo, de repente en el aire que viene del desierto impregnado de incienso y el canto misterioso, que se disipa en eco enigmático y poderoso anunciando la hora de La Oración.
El retorno del marino a casa, puede ser desde cualquier puerto del mundo. Las agencias navieras estarán a cargo de regresarlo a casa. Ir por él al bajar del barco, instalarlo en un hotel. Recogerlo al día siguiente y llevarlo al aeropuerto. Desde ahí a su país de origen. Si hay necesidad de tomar un autobús para llegar al pueblo, también.
Sólo que mientras el marinero se va acercando a su domicilio, a su casa pues. Es obligación del marinero mantenerse en contacto con su esposa. Informarle del punto o lugar de su ubicación. Mientras va viajando le va diciendo la hora en que arribará. No llegar de Sorpresa, eso! Nunca. Este consejo vino de los marineros de gran experiencia de navegación. En horas de clases en aulas de formación. Uno de ellos dijo: Cuando ustedes después de navegar cierto tiempo y tengan que regresar a casa de vacaciones. No conviertan sus vacaciones en tragedias. Evítenlo, teniendo todo tiempo informada a su pareja de su ubicación. Y así hasta llegar a casa. Hagan de su retorno Feliz. Y verán que no tendrán contratiempo. Y todos felices!
Recorrer los mares del mundo, abre un gran espacio de conocimiento al marinero. «Aquel que llega al atardecer y se va al amanecer». Aquel que maduró y templó su carácter en la infinita soledad del mar. Felicidades! A los hombres del mar hoy en su día. Enhorabuena!

Click para comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Cultura

Juana Hernández López: La Voz de la Mixteca que resuena en la Guelaguetza 2024

Publicado hace

el

Una vida de lucha y dedicación que une fronteras y preserva la riqueza cultural de su comunidad

Oaxaca de Juárez, Oaxaca.- (Cortamortaja) 22 de Junio de 2024.- En el corazón de la Guelaguetza, la festividad más emblemática de Oaxaca, ha emergido una figura que encarna la resistencia, el amor por la cultura y la dedicación incansable a su comunidad. Juana Hernández López, originaria de Santiago Juxtlahuaca, ha sido coronada como la Diosa Centéotl 2024, una distinción que celebra no solo su belleza y carisma, sino también su extraordinaria trayectoria y compromiso social. Hoy, en un momento aún más significativo, Juana celebra su 65 cumpleaños, un detalle que añade más emoción y significado a su historia de vida.

Juana no es solo una docente de español e historia; es una narradora de la realidad y una guerrera por la justicia educativa. Su camino ha estado marcado por la adversidad y la migración, habiendo tenido que dejar su amado Juxtlahuaca para buscar oportunidades en Estados Unidos. Esta experiencia no la quebrantó, sino que la fortaleció, convirtiéndola en una voz poderosa para la comunidad migrante mixteca.

En Fresno, California, Juana tomó las riendas de Radio Bilingüe, entendiendo que cuando los migrantes cruzan las fronteras, llevan consigo más que pertenencias; llevan su lengua, su cultura y su identidad. Desde los micrófonos de la radio, Juana se convirtió en un faro para aquellos que añoraban su tierra, ofreciendo no solo información y compañía, sino un puente que conectaba corazones divididos por la distancia.

El regreso de Juana a Juxtlahuaca no fue un retorno a la comodidad, sino una extensión de su misión. Desde 2019, ha dirigido un programa en XETLA, La Voz de la Mixteca, donde comparte su lengua materna, las tradiciones ancestrales y las historias de la comunidad migrante. A través de las ondas radiales, sigue tejiendo la trama de su cultura, manteniéndola viva y vibrante.

Juana Hernández López no solo representa a las mujeres de su comunidad; representa a todas aquellas personas que han tenido que abandonar su hogar en busca de un futuro mejor. Su historia es un testimonio de resiliencia y pasión, un recordatorio de que la cultura es un tesoro que nos sigue, nos define y nos une, sin importar cuán lejos estemos de nuestro lugar de origen.

Hoy, como Diosa Centéotl y celebrando sus 65 años, Juana ilumina la Guelaguetza con su presencia y su historia, una luz de esperanza y fortaleza para todos aquellos que, como ella, creen en el poder transformador de la educación y la cultura.

Anuncio

Continuar leyendo

Cultura

Cuentos y dichos del niño y el adulto zapoteca espinaleño

Publicado hace

el

Profesor Luis Castillejos Fuentes / Libro El Espinal: génesis, historia y tradición / Foto: Internet

El terror a la muerte es la base del animismo primitivo de los zapotecas y los niños de antaño, mezcla resultante en alguna forma de este grupo étnico, traen consigo esta mentalidad que tiende a manifestarse en su vida cotidiana. La oscuridad de la noche era propicia para que, sentados sobre un pequeño montículo de arena fresca de río, la chamacada contara historias  sobre fantasmas: “Guenda ruchibi”. Unas veces las oían en voz de los “viejos”, otras de  algún niño que con buena memoria se las transmitía. Se hablaba del bidxaa, espíritu de alguien que se creencia le atribuye madad, que se hace presente o no, deambula en lo oscuro provocando ruidos y gritos extraños imitando la expresión gutural de algún animal. El “sombrerote,” personaje vestido elegantemente y “con mucha plata” para ofrecerla al incauto que cae en su seducción y dominio, convertirlo en su vasallo y llevarlo a vivir lejos, en la cumbre de una montaña o en alguna cueva para en un momento dado hacer el “mal” a otros, pues supónese que tiene pacto con el diablo, binidxaba. Se Cuenta también la historia de “la llorona”, mujer vestida de una blanca y sudada manta que gime desgarradoramente, ya que de esta forma expresa que su alma en pena vaga hasta que algo pendiente que ella dejó en el mundo de los vivos se vea realizado. Todos, “entes” imaginarios, pero eso sí con la creencia de ser portadores del mal y en la charla se da como si lo que se expone fuera una realidad, que aunque provoque miedo,  se torna, interesante para la mente infantil.

En el ambiente de pueblo, todo mundo se conoce, se respeta y se saluda. Y no falta alguien peculiar en su modo de ser, que lo hace distinto del otro, ya sea por poseer  congénito o adquirido algún vicio, cualidad, virtud, etc., sea por defecto físico o por algún hábito fuera de lo común que despierta curiosidad, gracia, burla, admiración y risa en niños y adultos. Este tipo de personaje se hace “relevante”, queda su dicho y su hecho para el comentario grato: Tá Llanque Castillejos “Chiquito”, empedernido tomador de mezcal, su saludo es un grito desgarrado y su gracia colocar un cigarrillo de hojas sobre sus pobladísimas cejas y exhibirse, “zou náa la o zahua lii” ese era su dicho habitual,  José “Huipa” ex-soldado de leva en la revolución, donde alcanzó el grado de cabo, traumado por lo que sufrió en sus andanzas y de mal comer en la brega, después de ingerir “anisado” marchaba solo por las calles haciendo ademanes con saludo militar. Genaro Clímaco, Naro Lele por sus largas extremidades inferiores, semejando al alcaraván, con unas copas que impactaban su cerebro le daba por filosofar: “si tu mal no tiene remedio, porqué sufres y si tu mal tiene remedio también porqué sufres” solía decir con cierta visión premonitoria hacia lo que en la vida es bueno o es malo. Ta Rafé Lluvi, músico por afición y por su adicción al “trago” ya no lo contrataban, de un instinto vivaz, con un papel u hoja verde de lambimbo sobre un peine, de su ronco pecho entonaba melodías para que algún parroquiano le obsequiara una copa y después a su “banquete” que era residuo de tortilla y sobras de comida que con los cerdos compartía en una canoa de madera. Y Tá Rafé aguantó más de un siglo a pesar de esa “vida”. Erasmo Toledo perspicaz y agudo charlador, su plática amena y entretenida despertaba interés y sus frases quedan: Naa Tá Llamo. Xi tal xa llac, le dice un amigo a otro, zaquezi naa marínu. ¿Cómo estás? es la pregunta y la respuesta, es “como siempre”, aunque hayan pasado varios años, hasta los 81, que ya pesaban sobre el cuerpo de Beto Marinu y que por lo mismo no podía conservarse igual, y tiempo después fue hallado muerto en un basurero.

 En las fiestas patrias, la noche del grito y el desfile obligado del l6 de septiembre, con la tabla calisténica organizada por el profesor Bruno Escobar Fuentes, acto muy concurrido porque era de regocijo para la gente del pueblo. Era especie de fiesta popular. Al terminar  el acto literario y el presidente municipal en turno de dar “el grito”, la concurrencia abandonaba el escenario. Quedaban algunos, ya “encopetados”, que a la voz de tribuna libre arengaban a la multitud: Ta Queño Cueto ngüí, Pedro Ché Vale, José “Huipa” y otros, lo hacían habitualmente, sus dichos incoherentes y burlones sobre algún hecho que la autoridad hacía mal, provocaba risas entre los espectadores para luego abandonar el lugar hasta el amanecer.      

Allá por los años cuarenta, antes de abrirse la carretera internacional, mercaderes oaxaqueños, “vallistos”, pasaban por Espinal, estancia de descanso después de un largo peregrinar. Cargaban sobre sus espaldas gruesas y pesadas pacas de pescado seco de san Mateo del Mar para llevar a Oaxaca. Tenían que cruzar en el trayecto la sierra de Guevea y Escuintepec y bajar a Mitla. En algún corredor de casa grande, estancia descansaban y los niños por curiosidad se asomaban y los rodeaban para hacerles picardía, robar algo de su mercancía mientras dormían y reírse de su indumentaria y de su menudo pero macizo cuerpo, al mismo tiempo, admirar su resistencia.

Anuncio

El apodo para diferenciar al común ciudadano o simplemente para distinguirlo de otro, es de uso común  en los pueblos zapotecas, Al sustantivo se le acompaña con un adjetivo para la fácil identificación: así se dice de Luis “nanchi”, Luis “niño”, Luis “valor”, Luis “guitu”, de José; ché “cuachi”, ché “benda”, ché “bachana”, ché “tita”, ché “huabi”, ché “mistu”, de Antonio; Toño “morral”, Toño “músico”, Toño “neta”, Toño “llúu”, etc.

Continuar leyendo

Tendencia