Conecta con nosotros

Cultura

Juchitán pueblo mágico

Publicado hace

el

garnachas

En una escuela privada, nivel jardín de niños-preescolar. La directora del plantel solicitó a los papás de las niñas que terminaron el ciclo escolar las vistieran de traje regional. Felicitaciones a la directora. Esta buena indicación, es positiva, podría extenderse a todos los niveles educativos hasta la de Media Superior y sería más completa sí además los niños y las niñas presentaran un certificado, en el que conste que hablan el idioma Zapoteco, así se refuerza el sentimiento de pertenencia a una región específica, el Istmo, se fortalece la identidad de sus habitantes y se preserva la cultura zapoteca.

Un verdadero juchiteco es el que domina sus dos lenguas: el Zapoteco y el nacional o el Castellano, es decir vale por dos personas en una sola, podría decirse de calidad, de categoría, de primera, en contraste con los juchitecos que solamente hablan el español como cualquier mexicano que habita en el territorio nacional, puede ser confundido o ubicarse en cualquier entidad del País.
Esta idea transcrita en zapoteco podría decirse:
(Caa nii dxandii, binni zaa, didxa zaa ne didza stia, nga binni un shpianii; ni rinii si, didxa stia laa, nga binni huati o binni guidxa.) Los auténticos juchitecos que hablan bien, el Zapoteco y el Español son inteligentes; los que solamente hablan español son chambones. Porque el zapoteco es una lengua inteligente en la cual, cada vez que conversamos en esta lengua nativa, nos reímos a carcajadas; por su estructura fonética que la hace tonal, en tanto que cambia los tonos; cambia su significado y de sentido, provocando la risa entre los conversadores.
Por ejemplo:
Pará ridó doo, – anna yaa – ladu rari ridodo “Donde se vende mecacte – nosé –nosotros aquí comemos”.
Gunáa gunaa, gúunaa guuna
“Donde está la mujer contratada para llorar el dolor ajeno”.
Bi, bi – Bíga Biga gulánna bígáa sti Minga Bidxa
“Rápidamente fue aprehendido el hombre zurdo quien robo el collar de la Sra. Dominga, la bruja”.
Estos son unos ejemplos de las frases tonales, entre tantos, que existen en el idioma zapoteco.
En cuanto a los platillos típicos de la región ístmica son únicos, por ejemplo:
garnachas
La Garnacha, platillo tradicional, su nombre es español, ya que en España hay una población en la provincia de Andalucía llamada “Garnacha”, en cuanto a nuestra garnacha sus ingredientes y la manera de elaborarla son típicamente zapoteca y tiene un gran consumo entre los paisanos.
El Bupu – “Espuma de cacao”, También se llama niziabaa bupu; cuuba o pozol, con sus variantes cubayachii, cuba ladxi, cuba dxiña y se toma como agua fresca o del tiempo.
Gueta – Tortilla con sus variantes: gueta dxa, (tortilla blandita), gueta zuquii (tortilla de horno) gueta viade o gueta vivía lu dee (tlayuda), gueta biguii (totopo), gueta xhuxhu (tortilla tostada), gueta shuba cubi (tortilla de maíz tierno) gueta zhee (tamalito de elote horneado), gueta badxi zee (tamalito de elote), gueta binguii (tamalito de camarón), gueta gu (tamal), gueta bicuni (tortilla de horno).
En cuanto a la indumentaria de las mujeres juchitecas que venden, las comidas típicas mencionadas en el mercado local, deberían de vestir, con el atuendo tradicional, el que consiste en una rabona o falda larga, huipil sencillo – de una tea delgada, sin forro ( en el pasado era de muselina, tela inglesa inventada en la India y distribuida por los ingleses en todo el mundo en los lugares calurosos), listones de vivos colores para trenzar el cabello, huaraches sencillos, además de ofrecer sus productos, hablando en su lengua nativa o sea en zapoteco. En cuanto a la mujer zapoteca ella se ve muy bonita vistiendo sus enaguas de colores chillantes, como mariposas olorosas a miel de abeja, como dijera Pablo Neruda, el día que visitó Juchitán en los años cuarenta. Además es un vestido fresco, cómodo, agradable con los que pueden ventilarse sus partes nobles en tiempos de intenso calor.
En lo que se refiere al Zapoteco, se dice que es una lengua tonal e inteligente, puesto que las personas que lo hablan, tienen esa virtud en el sentido, que sus cerebros funcionan, en toda su capacidad, lo cual le permite hablar dos o más idiomas.
Para volver a estas costumbres, es necesario, casi indispensable que la Autoridad Municipal exija a todas las mujeres dedicadas a esta actividad comercial que cumplan con la disposición de uniformarse y que logre que las paisanas de la necesidad e importancia de vestirse siempre con enagua y huipil.
Estas sugerencias que acabo de suscribir, podrían servir de fundamento para las asociaciones civiles de juchitecos, junto con la Autoridad Municipal se puede solicitar a la instancia Federal correspondiente, que “Juchitán sea declarado Pueblo Mágico”.

Click para comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Cultura

Juana Hernández López: La Voz de la Mixteca que resuena en la Guelaguetza 2024

Publicado hace

el

Una vida de lucha y dedicación que une fronteras y preserva la riqueza cultural de su comunidad

Oaxaca de Juárez, Oaxaca.- (Cortamortaja) 22 de Junio de 2024.- En el corazón de la Guelaguetza, la festividad más emblemática de Oaxaca, ha emergido una figura que encarna la resistencia, el amor por la cultura y la dedicación incansable a su comunidad. Juana Hernández López, originaria de Santiago Juxtlahuaca, ha sido coronada como la Diosa Centéotl 2024, una distinción que celebra no solo su belleza y carisma, sino también su extraordinaria trayectoria y compromiso social. Hoy, en un momento aún más significativo, Juana celebra su 65 cumpleaños, un detalle que añade más emoción y significado a su historia de vida.

Juana no es solo una docente de español e historia; es una narradora de la realidad y una guerrera por la justicia educativa. Su camino ha estado marcado por la adversidad y la migración, habiendo tenido que dejar su amado Juxtlahuaca para buscar oportunidades en Estados Unidos. Esta experiencia no la quebrantó, sino que la fortaleció, convirtiéndola en una voz poderosa para la comunidad migrante mixteca.

En Fresno, California, Juana tomó las riendas de Radio Bilingüe, entendiendo que cuando los migrantes cruzan las fronteras, llevan consigo más que pertenencias; llevan su lengua, su cultura y su identidad. Desde los micrófonos de la radio, Juana se convirtió en un faro para aquellos que añoraban su tierra, ofreciendo no solo información y compañía, sino un puente que conectaba corazones divididos por la distancia.

El regreso de Juana a Juxtlahuaca no fue un retorno a la comodidad, sino una extensión de su misión. Desde 2019, ha dirigido un programa en XETLA, La Voz de la Mixteca, donde comparte su lengua materna, las tradiciones ancestrales y las historias de la comunidad migrante. A través de las ondas radiales, sigue tejiendo la trama de su cultura, manteniéndola viva y vibrante.

Juana Hernández López no solo representa a las mujeres de su comunidad; representa a todas aquellas personas que han tenido que abandonar su hogar en busca de un futuro mejor. Su historia es un testimonio de resiliencia y pasión, un recordatorio de que la cultura es un tesoro que nos sigue, nos define y nos une, sin importar cuán lejos estemos de nuestro lugar de origen.

Hoy, como Diosa Centéotl y celebrando sus 65 años, Juana ilumina la Guelaguetza con su presencia y su historia, una luz de esperanza y fortaleza para todos aquellos que, como ella, creen en el poder transformador de la educación y la cultura.

Anuncio

Continuar leyendo

Cultura

Cuentos y dichos del niño y el adulto zapoteca espinaleño

Publicado hace

el

Profesor Luis Castillejos Fuentes / Libro El Espinal: génesis, historia y tradición / Foto: Internet

El terror a la muerte es la base del animismo primitivo de los zapotecas y los niños de antaño, mezcla resultante en alguna forma de este grupo étnico, traen consigo esta mentalidad que tiende a manifestarse en su vida cotidiana. La oscuridad de la noche era propicia para que, sentados sobre un pequeño montículo de arena fresca de río, la chamacada contara historias  sobre fantasmas: “Guenda ruchibi”. Unas veces las oían en voz de los “viejos”, otras de  algún niño que con buena memoria se las transmitía. Se hablaba del bidxaa, espíritu de alguien que se creencia le atribuye madad, que se hace presente o no, deambula en lo oscuro provocando ruidos y gritos extraños imitando la expresión gutural de algún animal. El “sombrerote,” personaje vestido elegantemente y “con mucha plata” para ofrecerla al incauto que cae en su seducción y dominio, convertirlo en su vasallo y llevarlo a vivir lejos, en la cumbre de una montaña o en alguna cueva para en un momento dado hacer el “mal” a otros, pues supónese que tiene pacto con el diablo, binidxaba. Se Cuenta también la historia de “la llorona”, mujer vestida de una blanca y sudada manta que gime desgarradoramente, ya que de esta forma expresa que su alma en pena vaga hasta que algo pendiente que ella dejó en el mundo de los vivos se vea realizado. Todos, “entes” imaginarios, pero eso sí con la creencia de ser portadores del mal y en la charla se da como si lo que se expone fuera una realidad, que aunque provoque miedo,  se torna, interesante para la mente infantil.

En el ambiente de pueblo, todo mundo se conoce, se respeta y se saluda. Y no falta alguien peculiar en su modo de ser, que lo hace distinto del otro, ya sea por poseer  congénito o adquirido algún vicio, cualidad, virtud, etc., sea por defecto físico o por algún hábito fuera de lo común que despierta curiosidad, gracia, burla, admiración y risa en niños y adultos. Este tipo de personaje se hace “relevante”, queda su dicho y su hecho para el comentario grato: Tá Llanque Castillejos “Chiquito”, empedernido tomador de mezcal, su saludo es un grito desgarrado y su gracia colocar un cigarrillo de hojas sobre sus pobladísimas cejas y exhibirse, “zou náa la o zahua lii” ese era su dicho habitual,  José “Huipa” ex-soldado de leva en la revolución, donde alcanzó el grado de cabo, traumado por lo que sufrió en sus andanzas y de mal comer en la brega, después de ingerir “anisado” marchaba solo por las calles haciendo ademanes con saludo militar. Genaro Clímaco, Naro Lele por sus largas extremidades inferiores, semejando al alcaraván, con unas copas que impactaban su cerebro le daba por filosofar: “si tu mal no tiene remedio, porqué sufres y si tu mal tiene remedio también porqué sufres” solía decir con cierta visión premonitoria hacia lo que en la vida es bueno o es malo. Ta Rafé Lluvi, músico por afición y por su adicción al “trago” ya no lo contrataban, de un instinto vivaz, con un papel u hoja verde de lambimbo sobre un peine, de su ronco pecho entonaba melodías para que algún parroquiano le obsequiara una copa y después a su “banquete” que era residuo de tortilla y sobras de comida que con los cerdos compartía en una canoa de madera. Y Tá Rafé aguantó más de un siglo a pesar de esa “vida”. Erasmo Toledo perspicaz y agudo charlador, su plática amena y entretenida despertaba interés y sus frases quedan: Naa Tá Llamo. Xi tal xa llac, le dice un amigo a otro, zaquezi naa marínu. ¿Cómo estás? es la pregunta y la respuesta, es “como siempre”, aunque hayan pasado varios años, hasta los 81, que ya pesaban sobre el cuerpo de Beto Marinu y que por lo mismo no podía conservarse igual, y tiempo después fue hallado muerto en un basurero.

 En las fiestas patrias, la noche del grito y el desfile obligado del l6 de septiembre, con la tabla calisténica organizada por el profesor Bruno Escobar Fuentes, acto muy concurrido porque era de regocijo para la gente del pueblo. Era especie de fiesta popular. Al terminar  el acto literario y el presidente municipal en turno de dar “el grito”, la concurrencia abandonaba el escenario. Quedaban algunos, ya “encopetados”, que a la voz de tribuna libre arengaban a la multitud: Ta Queño Cueto ngüí, Pedro Ché Vale, José “Huipa” y otros, lo hacían habitualmente, sus dichos incoherentes y burlones sobre algún hecho que la autoridad hacía mal, provocaba risas entre los espectadores para luego abandonar el lugar hasta el amanecer.      

Allá por los años cuarenta, antes de abrirse la carretera internacional, mercaderes oaxaqueños, “vallistos”, pasaban por Espinal, estancia de descanso después de un largo peregrinar. Cargaban sobre sus espaldas gruesas y pesadas pacas de pescado seco de san Mateo del Mar para llevar a Oaxaca. Tenían que cruzar en el trayecto la sierra de Guevea y Escuintepec y bajar a Mitla. En algún corredor de casa grande, estancia descansaban y los niños por curiosidad se asomaban y los rodeaban para hacerles picardía, robar algo de su mercancía mientras dormían y reírse de su indumentaria y de su menudo pero macizo cuerpo, al mismo tiempo, admirar su resistencia.

Anuncio

El apodo para diferenciar al común ciudadano o simplemente para distinguirlo de otro, es de uso común  en los pueblos zapotecas, Al sustantivo se le acompaña con un adjetivo para la fácil identificación: así se dice de Luis “nanchi”, Luis “niño”, Luis “valor”, Luis “guitu”, de José; ché “cuachi”, ché “benda”, ché “bachana”, ché “tita”, ché “huabi”, ché “mistu”, de Antonio; Toño “morral”, Toño “músico”, Toño “neta”, Toño “llúu”, etc.

Continuar leyendo

Tendencia